El salario mínimo tendría que incrementarse 4.7 veces para que la familia de un trabajador pudiera cubrir las necesidades más indispensables, como lo estipula la Constitución, y así llegar a 11 mil 291 pesos mensuales.

El incremento de 12 pesos, que ha sido propuesto por el sector patronal y el Gobierno del Distrito Federal, aún se quedaría lejos de este mandato legal y de la línea de pobreza establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Según el Consejo, debido a los bajos salarios, 7 de cada 10 personas en el País tienen un ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica familiar.

De tal forma que una familia de cuatro personas se encuentra en situación de pobreza si su ingreso mensual es inferior a los 11 mil 291 pesos.
Gonzalo Hernández Licona, Secretario Ejecutivo del Coneval, admitió que el salario mínimo actual de 80.04 pesos, que suman 2 mil 401 pesos al mes, es muy bajo y por ende, hay margen para poder incrementarlo.

"El salario mínimo es tan bajo en México que hay campo, posibilidades reales de que solamente para la población que lo gana, se pueda aumentar esos montos y que no cause ningún problema inflacionario ni de desempleo. Es una cuestión de solidaridad social, para que en México nadie gane menos de 95 pesos al día, por persona Es apenas el inicio de una recuperación que no va a causar problemas en el equilibrio del mercado laboral", señaló.

No obstante, el incremento en el salario mínimo tendrá un efecto limitado, en lo inmediato, si se considera que la mayoría de los trabajadores que lo ganan se encuentran en la informalidad.

Según datos de la ENOE, en las áreas más urbanizadas, son 309 mil 210 personas las que laboran en la formalidad y que ganan hasta un salario mínimo.

En tanto que en calidad de informales se encuentran 2 millones 52 mil 627 personas, que perciben hasta un salario mínimo, las cuales no tendrán un beneficio directo de concretarse un ajuste.

"El efecto puede trasladarse a quienes ganan el salario mínimo en la economía informal, lo cual implica un alcance mayor. No hay forma legal de hacerlo pero, por ejemplo, una persona en el sector informal, conociendo el piso mínimo, va a argumentar al señor que lo contrata que el acuerdo es que nadie gane menos de ese monto, es un acuerdo, puede apelar al patrón. Y el propio patrón puede asumir un sentido de solidaridad con el trabajador asalariado porque no sería justo que gane menos de esa cantidad", afirmó Hernández Licona.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y la Coparmex, han coincidido que durante la segunda mitad del año podría acordarse un incremento de 12 pesos al salario mínimo, para que pase de 80.04 a 92 pesos diarios. No obstante, aún no se llega a un consenso para concretarlo, debido a que el Consejo Coordinador Empresarial argumentó que no se puede lograr dicho aumento mientras permanezca alta la inflación.

Jorge Sales, abogado laboral, opinó que lo que mueve a los distintos actores a subir el salario obedece más a un objetivo político.

"Esta bandera política de poder llevar el salario a rangos de 90 o 100 pesos diarios sería una conquista política muy favorable para cualquiera de los que estén interesados en contender en las elecciones presidenciales, creemos que hay un entorno jurídico y político que hace muy propicio el incremento al salario mínimo", subrayó.

Destacó que la insistencia del sector patronal para aumentar el salario mínimo es inédita, lo cual obedece a una necesidad de fomentar el consumo interno.

Según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, un ajuste al salario mínimo es viable, siempre y cuando se controle la inflación, la cual llegó a 6.16 por ciento en mayo, la mayor en ocho años.

Fuente: Verónica Gascón/ Reforma