El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Desisten de solicitar trabajo

Por: Redacción/ El Pulso Laboral

En México existen 5.8 millones de personas en disposición de trabajar que han desistido de buscar un empleo porque consideran que no tienen posibilidades de encontrarlo. Ya sea por no contar con la experiencia necesaria, en el caso de los jóvenes, o por sobrepasar la edad requerida, en el caso de los adultos mayores, interrumpen la búsqueda también por razones como los bajos salarios y la falta de prestaciones. 

La cifra es tres veces superior a los 1.9 millones de trabajadores que se encuentran desocupados, de acuerdo con los datos al segundo trimestre de 2017 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo dados a conocer por el Inegi. 

A diferencia de los desempleados que manifestaron su disposición para trabajar e hicieron alguna actividad para obtener un empleo, estas personas se declararon disponibles para trabajar, pero no llevaron a cabo acciones al respecto, por lo que se constituyen en un sector que eventualmente puede contribuir en el mercado laboral como desocupado u ocupado. 
De este total, 2.4 millones (42%) son jóvenes de entre 15 y 29 años, siguiéndoles en orden de importancia los mayores de 60 años, siendo 1.3 millones de adultos. Uno de los problemas que enfrentan los jóvenes a la hora de buscar insertarse en el mercado laboral es la falta de experiencia, por lo que muchos de ellos asumen que no tienen posibilidades de encontrar un empleo. 

Más que la falta de experiencia, es la mala remuneración de las plazas que se generan lo que desalienta a las personas a buscar un empleo, porque si se observa la estructura dé la población desocupada, vemos que prácticamente 90% son personas que cuentan con experiencia previa independientemente de su nivel de estudios, comentó Héctor Magaña, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México. 

"Lo que está faltando es una mejor remuneración en los puestos laborales; a la mejor estas personas logran conseguir una plaza, pero al conocer cómo van a estar remunerados, deciden no ejercerla y desisten en su empeño y buscan otras alternativas, como continuar con sus estudios o buscar oportunidades en otros países, a la espera de que la situación del mercado laboral en México mejore", agregó. 

Más de 90% de los empleos generados en los últimos cuatro años y medio percibe un ingreso que va de uno a dos salarios mínimos; es decir, 4 mil 824 pesos al mes, en el mejor de los casos. Otro desincentivo puede ser la falta de prestaciones, toda : vez que 35% de los empleos subordinados que se han creado en lo que va del presente sexenio no cuenta con prestaciones básicas como el aguinaldo y vacaciones pagadas, i Para Jonathan Heath, analista ¡ económico del sector privado, la raf; zón principal es que son jóvenes que han buscado un empleo y que quiEn muchos casos pudieran ser mujeres que deciden dedicarse a los quehaceres domésticos porque no ; han encontrado trabajo, agregó el analista. Al respecto, llama la atenía ción que 69% (4 millones) de las perhan desistido son mujeres. 

En el caso de los adultos mayores, el principal problema es que la oferta laboral pone límites en términos de la edad, a pesar de estar en condiciones para cubrir los requerimientos de experiencia y preparación que requieren las plazas. 
Adicionalmente, las empresas procuran no contratar de manera directa a mayores de 60 años, debido a'la carga laboral que pueden significar estos empleados en términos de salud y limitaciones físicas. 

"Aquí más que nada es la falta de oportunidades para los adultos mayores, ya que muy pocas empresas contratan a trabajadores que ya pasan de cierta edad; entonces, cada vez es más complicado papagetaaa personas", dijo Magaña. 
Se les contrata con muy bajos sueldos y para realizar actividades de apoyo, muchas veces por debajo de su experiencia y capacidades, lo que desmotiva a este tipo de persogas a seguir en busca de una plaza laboral, agregó el investigador. 
"Cuando uno busca un trabajo, lo condicionan a cierto límite de edad, y siempre prefieren contratar a gentp joven que a la gente mas adulta. 

Yan pasando los años y uno tiene más de 60 años y pesa más la edad que la experiencia que con el correr del tiempo pueda tener uno, es una decisión de cada empresa", dijo a su vez Jonathan Heath. • "Me frustra que no hay para dónde jalar" Alexandra pasó por la depresión tras no dar con un empleo adecuado Alexandra tiene 35 años y se encuentra dándose un tiempo antes de retomar la búsqueda de un empleo, luego de varios meses de hacerlo, pero sin encontrar una oportunidad adecuada a sus necesidades. 

"Me estresé mucho buscando y mandando currículums, las redes sociales como Linkedln no me han funcionado. Es muy estresante vivir así, buscando trabajo y mordiéndose las uñas porque no encuentras. Tengo que tranquilizarme y dejar que las cosas fluyan. 

Actualizo mi curriculum, trato de buscar cursos que son accesibles para seguir al día, retomé el inglés, tengo más tiempo de familia viendo proyectos personales". 

Hace 10 años terminó una carrera universitaria y desde entonces empezó a trabajar en diferentes empresas, primero en el Estado de México y luego en la Ciudad de México, donde estuvo en una empresa durante seis años, y ahí le tocó vivir la reforma laboral. 

"Esa fue mi perdición, la aprobaron e inmediatamente hubo un recorte de personal en mi empresa. Nos pagaron todo lo de ley, pero a partir de ahí ya no encontré un empleo fijo. Me cambió la vida para mal la reforma laboral, porque fue el pretexto para cambiar el tipo de contratación, no existe nada con lo que yo contaba, las prestaciones, el seguro, el aguinaldo, etcétera", lamenta. 

Posteriormente, Alexandra encontró un nuevo empleo en una empresa del sector público, pero la experiencia fue muy negativa, porque era una entidad que no contaba con muchos recursos, llegándole a retrasar sus pagos hasta seis meses. Renunció y se fue a otra compañía. 

"Pero no estaba conforme con las condiciones laborales. Trabajaba 12 horas diarias ganando menos que otros compañeros, ellos tenían otras condiciones de trabajo y yo llegué como nueva, llegué como freelancer. Te pagan menos y la friega es la misma". 

Después aprovechó una beca para estudiar en el extranjero y pidió una licencia, pero le dijeron que no existían permisos sin goce de sueldo para ir a estudiar y regresar, por lo que renunció. 

"Me fili un mes a estudiar en el extranjero y cuando regrese empezó mi preocupación, porque busque y no volví a encontrar nada. De repente se me cerró la puerta física y mental para buscar trabajo, porque me llegó una etapa de depresión, en decidir ¿qué voy a hacer?", comenta. 

Alexandra piensa que este tiempo que ha pasado sin trabajo no lo ha invertido bien, porque está desactualizada en lo que se refiere a herramientas digitales. 

"Como que no veo un futuro, es una época muy difícil, me duele que estemos así de maltratados, sin ninguna seguridad laboral. 

Esta desesperanza de que no hay para dónde jalar me frustra". • Redes sociales como Linkedln, que se especializan en la búsqueda de empleo, no han sido de gran ayuda para Alexandra. 

"El mercado se enfoca en la gente más joven" La inseguridad derribó el sustento de Óscar a falta de las oportunidades A los 44 años, después de estar trabajando más de 20 años en diferentes lugares, principalmente en el sector bancario, donde permaneció durante 15 años, Óscar de repente se encontró sin empleo. 

"El punto es que ni por parte de la empresa, ni de uno mismo reflexionas en que un día te puede pasar, y cuando te pasa, te enfrentas a lo desconocido, y lo desconocido siempre nos da miedo. Vives un proceso de duelo que puede ser muy rápido o muy largo, y eso depende de la red de relaciones que hayas hecho mientras estas trabajando", afirma. 

Un punto en su contra, dice Óscar, fue la edad, "porque cuando rebasas los 40 años es más difícil conseguir un empleo, porque la mayoría de las empresas en el país no reconoce la experiencia laboral, y es mas pesado cuando no se cuenta con títulos universitarios que avalen tus conocimientos", como era su caso. 

"El mercado está enfocado en gente más joven, que tenga título, que tenga idiomas, en unas habilidades que a la mejor yo no las tengo desarrolladas, aunque tenga desarrolladas otras". 

Frente atodos estos problemas, Óscar buscó reinventarse, tratando de encontrar lo que realmente quería hacer, independientemente de toda la experiencia laboral que tenía. 

"Entonces, me di cuenta que me gustaba hacer artesanías, hacer el pan, manejar, tener un coche, ser chofer, lo disfruto, y entonces deje de buscar en la parte financiera donde había trabajado durante mucho años". 

Así, se decidió a llevar a cabo una empresa propia relacionada con las artesanías navideñas y elaborar pan casero, porque era algo que le daba mucha satisfacción y le traía buenos recuerdos de cuando era niño. 

Pero no contaban con suficientes recursos. Hicieron networking, coworking, empezaron a mandar mensajes por internet, adecuándose a las circunstancias. 

"Lo que hicimos fue refugiarnos en las redes sociales. Cuando te encuentras en una situación tan vulnerable, tienes que sacar lo mejor de ti", comenta. 

Los emprendimientos de Óscar pudieron darle un sustento durante varios años, hasta que llegó la inseguridad a su entorno. Un grupo del crimen organizado les empezó a pedir dinero si es que querían seguir, por lo que tuvieron de cerrar su negocio. 

Ahora Óscar tiene 58 años y se ha dado un tiempo para pensar qué puede hacer. Él y su amigo son adultos mayores, por lo que el mercado laboral no los acepta y la inseguridad les tiró su negocio. 

"El mercado dice que no, pero en México tiene que pasar lo que está pasando en Europa, que las empresas ya están volteandoaver las canas", considera. • Óscar creó una empresa relacionada con las artesanías navideñas y otro negocio de pan casero, pero debido a la delincuencia, los cerró.

Fuente: Rubén Migueles/ El Universal

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