La productividad por hora de los trabajadores creció cinco puntos porcentuales entre 2009 y 2014, pero los salarios se quedaron rezagados ya que sólo crecieron un punto porcentual, según datos del Inegi.

Esta situación se debe a que los salarios han contenido su crecimiento porque están ligados más a la inflación que a la productividad.

"Parece algo normal que los salarios no deban crecer vinculados a la productividad y parte de las ganancias de esta productividad pudieran ir a los trabajadores. Dada la regla de que estos salarios solo deben crecer de acuerdo a la inflación, cuando la productividad crece, es lógico que los salarios no tengan que ver con ella", señaló Miguel Reyes, director del Observatorio Salarial.

Agregó que ésto favorece a los grandes grupos empresariales que tienen ganancias importantes en productividad pero no se da en la misma proporción en los salarios.

Explicó que hay una gran disparidad entre la relación por tamaño de empresa entre la ganancia promedio del inversionista y el salario.

En negocios que tienen de 0 a 2 personas ocupadas la diferencia es de 1.5 veces entre ganancias de propietarios y salarios de los empleados.

Pero en el caso de los corporativos, las diferencias son de hasta 300 veces.

Por ello, dijo, los salarios deberían tener criterio distinto de asignación, de tal forma que no sólo estén ligados a inflación sino a productividad.

"Los trabajadores que tienen una baja especialización, se les requiere pagar menos por el trabajo que están haciendo porque puede estar automatizado y ya no se requiere tanto de la fuerza laboral humana".

"En el futuro lo que va a pasar es que los trabajos que requieran más capacitación y especialización serán los mejor remunerados", dijo Héctor Magaña, coordinador de Análisis e Investigación del Centro de Investigación de Economía y Negocios del Tec de Monterrey.

Fuente: Reforma