El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Ven relación directa entre desempleo y robo

Por: Redacción/El Pulso Laboral

Entre los jóvenes de 14 a 24 años, la falta de trabajo tiene una relación directa con el robo y la delincuencia, afirma un estudio del maestro José Iván Ramírez Fuentes, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien encontró en su trabajo de investigación vínculos entre el desempleo y el delito.

Igualmente, en esta relación entran en juego factores como el bajo nivel educativo, que empuja a los jóvenes a optar por el crimen ante la falta de oportunidad; el entorno social adverso, como la pertenencia a pandillas; y situaciones externas como la crisis económica de 2008 ó la política de seguridad adoptada por el ahora ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

“El desempleo prolongado, es decir, una persona que busca empleo constantemente y se ha agotado de buscar ofertas laborales, eventualmente hace que ésta tenga que conseguir ingresos y, desgraciadamente, en ciertos casos la delincuencia es una fuente rentable para muchas personas”, explicó el investigador.

“No todas las personas son delincuentes una vez estén desempleadas, eso es completamente subjetivo, pero de manera general encontramos datos estadísticos que nos permiten confirmar la hipótesis (de que el desempleo y el robo están relacionados)”.

La persona que suele elegir el robo ante la falta de trabajo aguanta de tres a cuatro trimestres sin laborar antes de desesperarse por completo al no encontrar suficientes oportunidades laborales y académicas, declaró el investigador.

La tesis de Ramírez Fuentes, titulada de manera sintética México: Incidencia del desempleo y el robo, ganó el cuarto Concurso Internacional de Tesis sobre Seguridad Pública, Victimización y Justicia en América Latina y el Caribe 2015 en la categoría de Licenciatura.

Aunque el estudio no contempló un análisis por nivel socioeconómico, de manera indirecta “son los jóvenes con baja educación los más proclives y tienen más riesgo (de caer en el robo)”, precisó.

Dentro del vínculo desempleo-robo, la educación tiene un papel fundamental.

“Una persona más educada no necesariamente tiene más principios que otro ser humano, pero al menos sí tiene mayor oportunidad laboral y los ingresos que le promete el mercado suelen ser más altos”, explicó.

“En cambio, una persona no muy estudiada tendría que conservar empleos que mucha gente no estaría dispuesta a tener, pero por desgracia no tuvieron las posibilidades educativas; tienen que resignarse a un trabajo mal pagado”.

Así pues, parece que el dedicarse a la delincuencia, en muchos de los jóvenes resulta una actividad más lucrativa que trabajar en un empleo formal.

“Si no tuviste una gran educación y sabes que tu mercado laboral está mal pagado y con oportunidades menguadas, salir a la calle y asaltar a la gente puede ser más rentable que alguien con universidad, quien no se va arriesgar”, expuso el profesor.

Esta problemática se recrudece cuando la gran mayoría de los jóvenes que eligen delinquir al no tener trabajo ya no tienen incentivos para escapar de su situación.

“La persona que se dedica al robo difícilmente se sale, ya no les satisface (otra opción)”, encontró Ramírez Fuentes en su trabajo de investigación.

“Una persona que roba y sigue por mucho tiempo robando, la oportunidad de salir es muy chica porque no va a encontrar ningún trabajo que recompense la remuneración que tiene al estar en estos delitos”.

Para el asistente de profesor del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Economía de la UNAM, se deben realizar trabajos de prevención para promover más empleos y oportunidades de estudio a los jóvenes, quienes son “los más vulnerables y los que presentan mayor grado de desempleo”.

“El joven es la fuerza productiva que tiene el país para el futuro; si no inclinamos nuestra balanza productiva a ellos, no vamos a tener crecimiento a largo plazo”, advirtió.

“Hay que mejorar las oportunidades académicas y también las laborales; mejorando ambas podemos elevar los salarios a largo plazo y no se tendrían tantos incentivos para el robo”.

La conexión entre el desempleo y el robo no se presentan de la misma manera en todos los jóvenes, y muchas veces la delincuencia no se da por la falta de empleo, sino por el entorno social en el que se vive, contrastó Daniel de Loera Robles, profesor del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (Cucea) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

“Hay que ver también si en algún momento dado los jóvenes cometieron un delito por ese tipo de circunstancias, o si ya existe una relación social por el entorno donde viven y que se puedan dar aspectos como si la zona donde viven es conflictiva”, precisó el académico.

De Loera cree que la relación entre desempleo y robo, encontrada en la investigación de José Iván Ramírez Fuentes, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es más probable que se presente en aquellos jóvenes con secundaria terminada, de estudios politécnicos o estudiantes que abandonan el bachillerato.

“Su falta de experiencia y de vocación los hace participar de trabajos que, además de ser eventuales, no les satisfacen y son muy mal pagados. Es más fácil si roban en camión en día de pago, que estar trabajando”, dijo.

Otro factor importante que reconoce el profesor es la formación de pandillas, que enganchan a muchos jóvenes, delimitan territorios e identidades, pero generan personas que no trabajan y son más sensibles a cometer un delito por pertenencia de grupo, no tanto porque ellos quieran.

Para tratar de reducir el desempleo y, por consiguiente, el robo, De Loera pone en la mesa la propuesta de trabajos parciales para chicos que estudian y trabajan, para así salir adelante si viven en condiciones socioeconómicas bajas, sin dejar la escuela.

“Una posibilidad que no es considerada es que el joven pueda trabajar en un empleo de medio tiempo, algo que de repente no se ofrece”, señaló De Loera, quien también pide a los padres un mayor involucramiento en lo que hacen sus hijos fuera de casa, sin delegar la formación a la escuela o a la policía.

“No todas las personas son delincuentes una vez estén desempleadas, eso es completamente subjetivo, pero de manera general encontramos datos estadísticos que nos permiten (que el desempleo y el robo están relacionados)”

José Iván Ramírez Fuentes, asistente de profesor del Departamento de Matemáticas de la UNAM

“Hay que ver también si en algún momento dado los jóvenes cometieron un delito por ese tipo de circunstancias, o si ya existe una relación social por el entorno donde viven”

Fuente:NTR 

 

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