A pesar de los cambios constitucionales para liberar al salario mínimo de medidas como la fijación de multas, de la nueva fórmula a través del Monto Independiente de Recuperación (MIR) y de crear una sola zona económica, México tiene un rezago salarial, pues aun cuando en 2017 se otorgó un aumento de 3.9% al mínimo, el salario general registró una caída real de 2 por ciento. 

En entrevista, la directora de la oficina en México de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gerardina González Marroquín, habló del Informe Mundial sobre Salarios 2018-2019, en donde destacó que se sigue incumpliendo con el precepto constitucional de otorgar un salario que alcance la línea de bienestar y reporta una desigualdad salarial de 41.1%, mientras que a nivel mundial el promedio es de 35.5 por ciento. 

"En México quienes ganan un salario mínimo son más 2 millones de trabaj adores que representan 6 % de los asalariados y 4% de la Población Económicamente Activa y, pese a que hay políticas buenas, no logran avanzar y es el único país que reportó una reducción en los últimos años", añadió. 

Por segundo año, se ha aplicado la política del MIR y se otorgó 5 pe sos por día, más 3.9% de incremento salarial y eso llevo al salario mínimo a 88.36 presos diarios vigente, pero "el problema es que no cumple con el precepto constitucional de que el salario mínimo que establece deberá ser suficientes para satisfacer las necesidades". 

El rezago aún se siente de manera clara en la población mexicana, "la política es buena desde la perspectiva que ayuda a ir recuperando el poder adquisitivo, desde esa perspectiva es buena, pero aún no logra nivelarlo". 

De acuerdo con los datos que lanzó la OIT a nivel mundial, México registró su mejor crecimiento de los últimos años en el 2016 con una ganancia de 1.3 por ciento. 

La desigualdad en la remuneración entre hombres y mujeres, dijo la representante de la OIT en México, se presenta en todos los grupos de ocupacion, incluso se tiene detectada que la brecha es de 23 por ciento. 

"A todo lo largo de la escala de puestos, esa brecha en algunos casos baja a 15% y en otros 20% de trabajos de igual valor, pero en otros casos llega a 40%; lo curioso es que entre más subimos en la escala más se amplia la brecha", dijo. 

En ese sentido, detalló que "la participación de las mujeres en el mercado de trabajo es muy baja, es una de las más bajas de la región, con 40% de la participación femenina en la fuerza de trabajo, y ello influye, pero las mujeres están representadas de menor pago, conforme sube la escala de importancia, las mujeres cada vez están menos representadas"./El Economista