La población en búsqueda de trabajo en el país registró en abril su mayor nivel en casi tres años, impulsada principalmente por las personas ocupadas que está demandando otra actividad productiva.

El INEGI informó que la tasa de presión general, que incluye además de los desocupados, a los ocupados que buscan empleo, se ubicó en 7.08 por ciento anual, lo que representó su mayor nivel desde septiembre de 2016.

La tasa de desempleo en el cuarto mes del año fue de 3.5 por ciento, y la proporción de trabajadores que busca empleo se situó en 3.58 por ciento. Esta es una medida de la competencia por plazas en el mercado laboral, que se ha visto presionada por los trabajadores que quieren cambiar de ocupación o buscan una segunda fuente de ingresos.

Cálculos realizados con base en las cifras del INEGI demuestran que hay alrededor de un millón 970 mil personas desempleadas en el país y alrededor de un millón 950 mil personas que ya tienen trabajo, pero quieren otro.

Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM, consideró que la situación laboral actual es una consecuencia de las políticas que está tomando el gobierno del presidente López Obrador.

Por un lado despidos en la administración pública y disminución de sueldos y prestaciones, mientras que por otra parte, las bajas expectativas de crecimiento generan un clima pesimista que hace prever un deterioro del empleo en algunos sectores o industrias, lo que genera la presión de buscar otro empleo con mejores perspectivas, mencionó el especialista. //El Financiero