El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Obligan a empresas a prevenir y atender el maltrato laboral

Por: Redacción/El Pulso Laboral

En siete de cada diez empresas mexicanas, los trabajadores sufren mobbing o maltrato laboral que se caracteriza por ser un hostigamiento persistente, sistemático y continuo sobre el trabajador.

Esta situación se presenta a través de burlas, menosprecio a las tareas del trabajador, ataque a su reputación, cargas excesivas de trabajo, aislamiento social, acoso por maternidad, entre otras conductas.

Los profesores Verónica Santos Méndez, docente en Derecho y coordinadora del Diplomado en Derecho Laboral y de la Seguridad Social de la Universidad Intercontinental, y Mauricio Murillo, profesor por asignatura de la Escuela de Derecho de la UIC, indicaron lo anterior al destacar que de acuerdo con la legislación laboral actual, las empresas están obligadas a prevenir y atender el mobbing.

A partir de octubre de este año, las empresas mexicanas estarán obligadas a poner en marcha lo que establece la NOM-35-STPS-2018 para prevenir y atender el mobbing, de no hacerlo podrán ser sancionadas administrativamente, expresaron los profesores Verónica San tos Méndez y Mauricio Murillo.

De acuerdo con los expositores, el mobbing en los espacios laborales es algo común como lo reporta la encuesta del Centro de Carrera Profesional en línea de OCC Mundial cuyos resultados fueron difundidos en septiembre de 2018 y señalan que 7 de cada 10 mexicanos sufren acoso laboral.

Dicha conducta puede provenir de sus propios compañeros (mobbing horizontal) de jefe a subordinados (mobbing descendente o también llamado bossing el cual suele ser el más común y el menos común de subordinados a jefe (mobbing ascendente).

Por lo general, lo que se busca con el mobbing es lograr que el trabajador víctima de este flagelo- renuncie o se le pueda despedir justificadamente.

Las etapas del mobbing laboral son cuatro: la primera es cuando aparece el conflicto a través de ataques directos o in directos, en una segunda etapa comienzan conductas violentas o agresiones; en la tercera etapa el asunto se hace público y el trabajador es catalogado como difícil o conflictivo para obligarlo a cambiar de área o renunciar, que es el propósito final.

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