El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Bajas competencias laborales, nuevo pretexto de Trump contra migrantes

Por: Redacción/El Pulso Laboral

El principal requisito para otorgar las visas de residencia, para vivir y trabajar en Estados Unidos, debe ser la formación profesional y laboral de los migrantes. El sistema de lotería o sorteo ya no debe continuar. Esta es una de las ideas que el presidente de aquel país, Donald Trump, quiere poner en práctica.

“En realidad no quiere trabajadores calificados, es un pretexto. Cuando habla de ese tipo de migrantes se refiere, sobre todo, a los mexicanos”, comenta en entrevista Jorge Santibáñez, presidente del Mexa Institute en Washington, D.C.

Es cierto, admite el expresidente de El Colegio de la Frontera Norte, que los connacionales tienen un menor nivel educativo. Sin embargo, se encargan de trabajos que requieren menos instrucción y que muy pocos estadounidenses quieren realizar.

Por otro lado, cada vez hay más mexicanos preparados que están viajando a ese país en busca de un empleo, destaca. Más de 25,000 doctores en alguna disciplina laboran en ese país. Además, de 2000 a 2018 se duplicó el número de migrantes con licenciatura, al pasar del 6 al 13 por ciento.

“Esas personas fueron formadas en México. Su educación académica y de otro tipo de habilidades fue pagada por el Estado mexicano”, comenta. Es decir, el gobierno estadounidense no tendrá que invertir en ese tipo de instrucción. Uno de los argumentos de Trump, explica Santibáñez, es que los migrantes le cuestan mucho a la sociedad estadounidense.

Poca educación, trabajos pocos calificados

En 2017, 14% de las personas en territorio estadounidense de origen mexicano, mayores de 25 años, tenía apenas la primaria. Es el porcentaje más alto entre los grupos minoritarios en dicho país. Estos datos han sido recogidos por el Mexa Institute y se basan en información de la Oficina del Censo Estados Unidos.

Entre los latinoamericanos no mexicanos 8.3% estudiaron hasta la primaria. Para el caso de los asiáticos ese porcentaje es de 3.7. El 1.4% de los afroamericanos está en la misma situación, así como el 0.5% de los blancos no hispanos.

En el informe Los mexicanos en busca de oportunidades educativas, elaborado por el Mexa Institute, se da cuenta que desde hace muchos años esta población es la que menor enseñanza académica tiene. Pero el porcentaje ha ido disminuyendo. En 1995 era casi el 30% quienes habían estudiado apenas la primaria.

Quizá por ello, “desde siempre hacen trabajos de bajo nivel de calificación”, apunta Carlos Santibáñez desde Washington. “Si lo comparas con los asiáticos, dos terceras partes de sus migrantes llegan con licenciatura y más. Pero vienen de más lejos y no de manera definitiva”, detalla.

Las tareas en las que más se ocupan los mexicanos son servicios, agricultura y construcción. Esta especie de selección, detalla, hace que la mano de obra mexicana tenga menor calificación que la de otros países.

Habilidades blandas, sus fortalezas

Las amenazas del presidente de Estados Unidos, de ya no conceder visas a quienes no estén calificados laboralmente, es en realidad “un discurso antiinmigrante y dirigido a sus bases”. En aras de reelegirse, alimenta prejuicios sobre los mexicanos. Por ejemplo, que no pagan servicios, como salud y educación, pero sí los utilizan, dice Jorge Santibáñez.

“No es un tema de empleadores, sino un tema político. Los empleadores quieren cada vez más trabajadores mexicanos”, afirma. Lo que más valoran de esos colaboradores son sus habilidades blandas: compromiso, disposición al trabajo, amabilidad. Esto funciona en muchas industrias, como la hotelería, comenta.

Los mismos contratistas dicen “que los estadounidenses no quieren esos trabajos. Y es porque hay que estar colgados de edificios para limpiarlos, en campos a altas temperaturas o, al contrario, a -10 grados. No son trabajos gratos”, expone el especialista.

De acuerdo con el Mexa Institute, hace 50 años, 60% de los migrantes mexicanos trabajaba en la agricultura, ahora sólo lo hace el 16 por ciento. Además, agrega, Santibáñez, actualmente son más estables, “antes iban y venían, ahora se quedan”. Esto se debe a que también se han creado más empleos fijos para ellos y porque les resulta muy caro y difícil entrar y salir.

“Hay muchos recovecos en la iniciativa de Trump”, apunta. La política migratoria tiene que pasar por el Congreso y los representantes son quienes podrían eliminar el sistema de lotería. “Pero hasta ahora, el Presidente ha sido impredecible en sus decisiones”. //Factor Humano 

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