El gobierno federal oficializó la desaparición de las direcciones generales adjuntas en la Administración Pública Federal. Los servidores públicos empleados en estas plazas bajarán de categoría, para reubicarse en direcciones de área, según el nuevo Manual de Percepciones publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El recorte de plazas va en línea con la Ley de Austeridad Republicana, promulgada en noviembre del 2019, y que expresamente elimina la figura de las direcciones generales adjuntas creadas a partir del 2001 y que no ejercieran facultades expresamente contempladas en ley o reglamento.
La transición de las direcciones generales adjuntas a direcciones de área implica también una reducción de sueldo para los funcionarios en esos cargos. Mientras el desaparecido cargo tenía una percepción de entre 94,962 y los 115,220 pesos al mes, el nivel al que serán trasladados tiene un salario de entre 55,711 y 88,638 pesos mensuales.
En mayo del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante una conferencia de prensa, comentó que las direcciones generales adjuntas eran posiciones con sueldos elevados y con funciones duplicadas.
En noviembre del 2019, la Secretaría de la Función Pública informó que se habían eliminado 655 plazas de este nivel en la administración pública federal, lo cual representó un ahorro 1,000 millones de pesos.
“Si hoy subsiste alguna DGA en alguna de estas instituciones es porque fueron contempladas en el reglamento de 2019 y desaparecerán o serán reniveladas en 2020”, adelantó Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública.
La renivelación surte efecto a partir del 30 de mayo, según el nuevo Manual de percepciones de los servidores públicos publicado este viernes en el Diario Oficial de la Federación. Además, quedarán suspendidas las contrataciones para direcciones generales adjuntas y, las plazas de este nivel que se encuentren vacantes, deberán ubicarse en direcciones de área.
“Será responsabilidad de las dependencias realizar las acciones que correspondan para que las plazas ocupadas que al 31 de diciembre de 2020 continúen en el grupo jerárquico “L” (director general adjunto) , a partir del 1 de enero de 2021 se ubiquen en el nivel que les corresponda del grupo jerárquico “M” (director de área) de conformidad con las equivalencias establecidas”, se establece en el documento.
Burócratas alineados
Rodolfo Martínez, socio de la firma Trusan & Roma, considera que los servidores públicos podrían ampararse ante esta medida con la cual tendrán una reducción salarial, pues sus sueldos son derechos adquiridos. Sin embargo, el abogado laboralista opina que será complicado tener un escenario de demandas, porque se trata de plazas de confianza.
“De que habría posibilidad de que consiguieran una suspensión para que no se les baje el nivel, por supuesto que sí. Pero estamos hablando de personas, entre comillas de alta confianza. Difícilmente estas personas que tienen una dirección general adjunta promuevan acciones legales para mantenerlas“, dijo en entrevista el abogado.
Las direcciones generales adjuntas, acotó Rodolfo Martínez, son plazas que tienden a ser ocupadas por recomendaciones y este es el motivo principal por el cual se prevé un escenario poco reactivo de los servidores públicos que tendrán una reducción de nivel y, por tanto, de sueldo. /Factor Capital Humano
