Durante abril del 2020 la actividad industrial en México tocó su nivel mínimo en casi 24 años (marzo 1996); siendo uno de los sectores más golpeados por las medidas de confinamiento para contener la propagación del Covid-19.

El Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) se ubicó en un nivel de 73.22 puntos, lo que implicó una caída de 25.1% sólo en un mes, desde el umbral de 97.82 puntos registrado en marzo, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografia).

La contracción histórica de la actividad y producción industrial mexicana experimentó graves efectos de la paralización de las plantas operativas sólo en el primer mes del confinamiento.

El desempeño negativo que ya presentaban los sectores de la construcción y manufacturero, estrechamente vinculado con Estados Unidos, se profundizó a los efectos de la pandemia del coronavirus.

La actividad manufacturera, el principal motor de las exportaciones mexicanas, cayó un 30.5% frente a marzo, mientras que la construcción retrocedió un 32.8 por ciento.

El sector automotriz es uno de los más golpeados dentro de las actividades industriales en México. Abril y mayo también fueron meses históricamente negativos en términos de ensamble, exportaciones y ventas en el mercado interno para esta industria.

Aún con la resistencia de la propagación del virus, especialmente en algunas entidades, las organizaciones del sector manufacturero (minería, construcción y producción automotriz) pidieron integrarse a las actividades esenciales para no perder los vínculos en las cadenas de valor con Estados Unidos y Canadá.

A partir del los últimos días de mayo estos sectores comenzaron la reanudación de actividades en sus unidades. Con la excepción de las plantas automotrices de Volkswagen y Audi en Puebla, donde se espera que el 15 de junio puedan iniciar el proceso de reactivación productiva.

La economía de México sufrió en el primer trimestre su peor caída en casi 11 años, de un 1.2% a tasa desestacionalizada, a pesar de que la actividad productiva aún no resentía de lleno los estragos del coronavirus, que hasta ahora ha dejado más de 15,000 decesos en el país.///El Economista