El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Pandemia podría acabar con más de 60,000 empresas de la CDMX en 2020

Por: El Economista

Las consecuencias económicas de la pandemia de la Covid-19 en la Ciudad de México, amenazan con acentuarse en los próximos días, lo cual se podría traducir en la mortalidad de más empresas y más pérdidas de empleos de los que ya de por sí se esperan.

Armando Zúñiga, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en la capital del país, explicó que, de acuerdo con la Encuesta sobre el Impacto Generado por Covid-19 en las empresas (ECOVID-IE segunda edición 2020), dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 2 de diciembre pasado, hasta el mes de septiembre se habían perdido 49,700 unidades económicas en la capital.

De acuerdo con la Coparmex, de mantenerse las tendencias de cierre de empresas y negocios, registradas hasta septiembre pasado y si no se decretan cierres o medidas restrictivas severas, el número de negocios perdidos al concluir 2020 será de alrededor de 59,000. 

Sin embargo, si se pasa a semáforo rojo y se restringen actividades económicas, esa cantidad superará los 60,000.

Lo cierto es que, de febrero a octubre pasados, se perdieron en la ciudad 161,000 empleos formales, principalmente en servicios y comercios. 

La ECOVID-IE segunda edición del Inegi, señala que, hasta septiembre pasado, 19.93% de las empresas y negocios de la Ciudad de México cerraron definitivamente.

En tanto, 31.03% de las personas que estaban ocupadas en 2019 en la capital del país dejaron de trabajar en los establecimientos que murieron debido a la pandemia.

El problema afecta a todos los sectores productivos, los cuales resienten ya las consecuencias de las medidas dictadas por la autoridad con motivo de la emergencia sanitaria.

De hecho, para el cierre de 2020, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) en la CDMX tenga una contracción de entre 8 y 9% y se prevé que para 2021 haya una recuperación de entre 3 y 4%, siempre y cuando se mantenga un manejo responsable de la pandemia y aperturas graduales sostenidas en cumplimiento de protocolos de salud.

Zúñiga recalcó que eso demuestra que las propuestas de la Coparmex de exención de diversos impuestos, así como el establecimiento de un salario solidario, era y sigue siendo, el modelo adecuado para enfrentar la crisis sanitaria y económica y el desbordamiento de la capacidad hospitalaria.

Empresarios se quejan por falta de apoyo y asedio de la autoridad 

El presidente de la Coparmex CDMX afirmó que “los empresarios han puesto el fruto de su trabajo por nueve largos meses, sin el apoyo y con un asedio de la autoridad para cumplir con obligaciones fiscales y sanitarias. ¿Qué está dispuesto a poner nuestro gobierno de la Ciudad de México?”

En opinión del dirigente empresarial, es preciso definir como política pública prioritaria, la reactivación económica, incentivando la inversión, la certeza jurídica y la promoción empresarial, así como destinar los recursos necesarios para el apoyo al empleo.

Señaló que las medidas anunciadas por el gobierno de la capital ante el incremento en la saturación de los hospitales corresponden a un gobierno responsable, que está trabajando ante un problema muy grave.

Sin embargo, manifestó la preocupación del sector empresarial por la poca claridad de esas disposiciones que afectan la operación cotidiana de las empresas en la llamada nueva normalidad.

Lo preocupante, subrayó, es que se amenaza a los empresarios con clausuras.

Incluso, mencionó, es necesario que se clarifiquen dichas reglas, ya que en los términos que fueron publicadas en la Gaceta Oficial pueden prestarse a extorsiones.

Desde su perspectiva, regresar a la capital del país al color rojo del semáforo epidemiológico “asestaría un golpe mortal” a las empresas.

Por ello, informó que se buscará lograr un compromiso de los empresarios y el gobierno en donde se establezca a la salud como el tema fundamental, pero que se mantenga a flote la economía.

Para evitar sanciones punitivas y posibles actos de corrupción y extorsión por parte de cualquier autoridad, la Coparmex y el gobierno local acordaron establecer una mesa de diálogo semanal, concretamente con la Agencia Digital de Innovación, con el fin de conciliar y apoyar las acciones y medidas específicas que el gobierno estará implementando para evitar la propagación de los contagios.

La Coparmex propuso implementar un programa de certificación Covid Empresa Segura, que pueda entregarse a los negocios que demuestren el cumplimiento de los estándares sanitarios establecidos por la autoridad.

La pandemia eliminó a 15% de los restaurantes de la ciudad

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Fernández Alonso, informó que en la Ciudad de México han cerrado alrededor de 10,800 restaurantes, que representan 15% de los 72,000 establecimientos que había al inicio de 2020 en la entidad.

Explicó que los restaurantes de la capital del país representan 12% de los 600,000 que hay en el país.

Destacó que, lamentablemente, el panorama se torna cada vez más complejo, impactando a un sector que es pieza clave para el desarrollo de la ciudad y el país.

En 2019, y según los censos económicos del Inegi, la preparación de alimentos ocupaba el noveno lugar de las 10 ramas que más valor agregado aportan a sus productos o servicios.

El dirigente de los restauranteros mencionó que si bien se tuvo el diferimiento de pagos de las instituciones bancarias, así como una tregua con los arrendatarios, eso ya se acabó o está por acabarse.

Cuando las autoridades comiencen a aplicar más medidas restrictivas ante el incremento de contagios, el panorama no se ve sencillo, remarcó.

Incluso, opinó que en materia económica no hay una nueva normalidad porque los apoyos financieros se operan con los mismos criterios que había antes de la pandemia.

Por ello, de darse un cierre en la capital del país se generaría una serie de conflictos en la cadena de valor que representan los restaurantes y algunos restauranteros podrían incurrir en desobediencia en materia de cierre de negocios, además de que se judicializarían muchos problemas derivados de la pandemia.

Francisco Fernández Alonso destacó que actualmente en los restaurantes de la Ciudad de México hay una restricción para servir bebidas alcohólicas después de las siete de la noche y los negocios de consumo de alimentos de los centros comerciales deben cerrar a las 10 de la noche.

Desarrolladores inmobiliarios padecen el home office

Enrique Téllez, presidente de la Asociación de desarrolladores Inmobiliarios, informó que, de abril a septiembre, en la Ciudad de México, han cerrado 335 locales comerciales que estaban ocupados, principalmente por restaurantes, tiendas de moda, mueblerías y gimnasios.

Eso se traducirá en pérdidas por más de 120 millones de pesos, al cierre de 2020, por concepto de rentas.

La merma no sólo es por el cierre definitivo, sino porque 74% de los 3,698 locales abiertos han tenido ajustes en sus rentas, prórrogas y condonaciones de pago.

Dijo que tan sólo en 18 centros comerciales se estima que este año perderán 1,924 millones de pesos por condonaciones y prórrogas de pagos de renta, debido a que se han tenido que renegociar contratos.

De acuerdo con el líder empresarial, tan sólo en la Ciudad de México existen 10,840 comercios, restaurantes y hoteles en los corredores de oficinas que generan 231,760 empleos formales e informales.

Se estima que hay un total de 74,905 empleos formales e informales relacionados con la preparación de alimentos y bebidas en los 7 corredores de edificios de oficinas de la capital del país (Perisur, Reforma, Polanco, Nuevo Polanco, Lomas Altas, Insurgentes y Santa Fe. De esos 50,956 son formales y 23,949 informales.

Por otra parte, mencionó que hace 10 años, el área bruta rentable destinada a restaurantes era de 10% o 15% de la superficie total de los centros comerciales, y hasta antes de la pandemia era de 30 por ciento.

Restauranteros van por segunda ola de reestructura de créditos

Manuel Montellano, director ejecutivo de Banca de Empresas de Banca Mifel y coordinador de la Banca Empresarial de la Asociación de Bancos de México, expuso que los restaurantes obtienen alrededor de 75% de sus créditos de sus proveedores.

Sin embargo, destacó que si no se cuida la cadena de suministros en los ecosistemas de negocios pueden generarse graves problemas económicos.

Puso como ejemplo que un daño al sector restaurantero podría significar no sólo su caída, sino terminar con las cadenas de suministros, porque muchos de sus proveedores son empresas medianas y pequeñas que también han enfrentado dificultades, derivado de la crisis económica que ocasionó la pandemia.

Incluso, por tener créditos con la banca, puede generarse un daño sistémico irreversible si no se cuida la cadena de suministro.

Debido a la pandemia muchos bancos tuvieron que implementar medidas de diferimientos durante cuatro meses, lo que quiere decir que no cobraron capitales, ni intereses o muchos bancos lo hicieron a través de líneas de financiamiento, mencionó.

El ejecutivo bancario comentó que algunos de sus clientes restauranteros de la Ciudad de México ya han recuperado 75% de sus ventas.

Llamó la atención que antes de la pandemia, 60% de las cuentas de restaurantes era por consumo de alimentos y 40% por bebidas.  Durante los últimos meses esa situación cambió y la mayor parte de las cuentas en restaurantes son por concepto de bebidas.

Sin embargo, mencionó que si las autoridades restringen el consumo de bebidas alcohólicas como una de las medidas para contener la pandemia, afectará fuertemente los ingresos de los restaurantes.

Montellano destacó que en estos momentos los bancos ya están en el momento de ejecuciones de planes de reestructura que puede durar algunos años.

Si ocurre otro cierre en la capital del país, se verían obligados a pensar en otro plan de reestructura porque habría un efecto dominó muy fuerte.

Dijo que los planes de reestructura, principalmente para los restaurantes se hicieron pensando ya en establecimientos reabiertos, aunque con restricciones para finales del año, tomando en cuenta que habría una temporada muy buena para la industria.

Si hubiera un nuevo cierre todos los indicadores se modificarían y sería muy difícil ejecutar un plan de reestructura de créditos definitiva y eso obligaría a una segunda reestructura que para nadie es buena.///El Economista

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