El trabajo infantil hoy día alcanza dimensiones que encienden los focos rojos. Al menos a dos millones de niñas y niños se les niegan sus derechos básicos, como la educación, la salud, la libertad y protección. 

Así lo señala el profesor e investigador del Colegio de México, Julio Bolbinik, al afirmar que cuando los niños trabajan rompen el eslabón educativo, y su futuro “parece estar hipotecado”.

El especialista hace una retrospectiva y señala que “hace tres o cuatro décadas, se dijo que la educación básica ya estaba cubierta al 100 por ciento”. 

Sin embargo, añade que la realidad es otra. Hay cerca de dos millones 200 mil niños que no asisten a la escuela. “Los hogares pobres dejan de mandar al niño a la escuela". 

Se refirió al último informe del módulo de trabajo infantil, que forma parte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. 

El estudio, dijo, revela que “son dos millones y medio los niños que trabajan para sobrevivir, y la mayoría son de San Luis Potosí, Colima, Guerrero, Puebla, Guanajuato y Nayarit. 

Y añade: "de cinco a nueve años de edad, hay 156 mil niños que declararon trabajar; y de 10 a 13 años de edad, hay prácticamente 600 mil niños que declararon trabajar".  

La ley prohíbe que niños entre cinco a 14 años de edad trabajen, mientras que entre 15 a 17 años, los padres pueden firmar un escrito donde autorizan que lo haga. 

Empero, actualmente el trabajo infantil no castiga a los padres que lo permiten, sólo es penado para los empresarios. 

Los niños mexicanos siguen en las calles, en el campo, donde dejan su esfuerzo e ilusiones, asegurando la hipoteca de su futuro.