El proceso de legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo en la planta de General Motors, en Silao, Guanajuato arrancó ayer y continua hoy en medio de tensión y dimes y diretes entre sindicatos, observadores, trabajadores y la propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Más de 6 mil trabajadores salen a las urnas a emitir a través del voto libre, secreto, universal y directo su decisión de validar o no el pacto laboral que existe con la empresa y que sustenta el Sindicato “Miguel Trujillo López”, de la Confederación de Trabajadores de México.
Este nuevo proceso legal se relanzó tras haber fracasado en un primer intento y también al activarse el capítulo laboral del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, tras la negación de derechos de los trabajadores de la planta relativos a la libertas sindical.
Tal ha sido la tensión en este legitimación, que observadores de la Organización Internacional del Trabajo y del propio Instituto Nacional Electoral se encuentran vigilando dicho proceso, al lado de inspectores de la STPS y del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.
Organizaciones sindicales como la Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y Neumático (FESIIAAAN), entre los que se encuentran la estadounidense AFL-CIO y la canadiense UNIFOR, también están como observadores, aunque su presencia ha generado molestias y reclamos.
Durante la primera jornada de votaciones hubo acuasiones de trabajadores quienes denunciaron presiones para no votar, o votar en determinado sentido.
Las denuncias de irregularidades se dieron vía redes sociales.
Sin embargo, Luisa María Alcalde, Secretaria del Trabajo y Previsión Social afirmó que el proceso se desarrolla sin dificultades y se dio tiempo para augurar que esta experiencia en la planta de Silao, Guanajuato fortalecerá la vida sindical del país.
“Sin incidentes hasta ahora el proceso de consulta del Contrato Colectivo de Trabajo de General Motors Silao. Acompañan a la STPS como observadores el INE y la OIT.
“Será sin duda, un proceso que contribuirá a la construcción de la democracia sindical en nuestro país”, vaticinó la responsable de la política laboral en México.
