Lunes 18 de julio de 2016
Estoy en pro de subir el salario mínimo, entre otras cosas porque en México es muy importante mandar un mensaje a favor de los que menos ganan, hacer algo por los que menos tienen, dijo Juan Pablo del Valle, presidente de Mexichem.
"No nos quitaría competitividad, porque no estamos hablando de llevarlo a los 15 dólares por hora que tiene en Estados Unidos o los 12 dólares en Alemania. Serían cuando mucho 90 pesos diarios".
Juan Pablo del Valle dirige una empresa que tiene 17,000 empleados.
Se interesó a profundidad por el tema del salario mínimo a raíz de conversaciones con Salomon Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico del Distrito Federal.
"Al principio, yo le daba mucho peso al riesgo inflacionario. Con la decisión de desindexar muchas cosas que estaban vinculadas, es claro que podríamos hacer algo. Se fortalecería el mercado interno y además traería cosas buenas en la vida interna de las empresas y para el país. No es algo teórico, en Inglaterra disminuyó la rotación de personal, esto es muy importante para mejorar la productividad y crear un mejor clima laboral", precisó.
Del Valle tiene 43 años y pertenece a una generación que está haciéndose cargo de las empresas y empieza a encabezar los organismos empresariales, "el tema de los salarios es importantísimo y no creo que los empresarios de México sean indiferentes a él.
Reconozco que podría parecer así porque no aparece casi nunca en el mensaje de los organismos empresariales, quiero decir que no aparece tanto como las cuestiones fiscales y otros asuntos de agenda nacional. En las empresas, hablamos más de aspectos financieros o tecnológicos, es verdad.
Desde mi perspectiva, el reto es darle el lugar que le corresponde porque el factor humano es muy importante, es clave para tener empresas más productivas y una sociedad mas justa".
¿Por qué hacerlo ahora?, se le cuestionó.
"No sé si tenga que ser ahora, pero podría ser pronto. Hay condiciones para hacerlo. La decisión de desvincular del salarlo mínimo muchas cosas como las multas ayudará a hacerlo, sin generar gran Inflación. Cualquiera que esté Interesado en que el país funcione entiende que no basta con que el producto Interno bruto crezca a 6 por ciento.
"Tiene que haber crecimiento, pero éste tiene que ser bueno para todos, reflejarse en una mejora en la vida de la mayoría. Debemos poner más atención a los aspectos sociales, a las cuestiones de justicia social y estar más atentos a lo que está pasando en el ánimo social. Debemos seguir cuidando las variables económicas y financieras, sabemos que son Importantísimas, pero debemos reconocer que no bastan. Si sólo nos quedamos con ellas, nos vamos a quedar muy cortos. No podremos resolver muchos de los problemas que ahora estamos enfrentando ", señaló.
Al preguntarle qué falta para que se dé esta alza en los salarlos, comentó: "Es un tema político y en eso yo no tengo mucha Información. Como país hemos visto que los salarlos mínimos han perdido capacidad adquisitiva en los últimos 35 años. En lo que se refiere a los empresarios, es necesario convencer a muchos, explicarles cómo funcionaría. El aumento en los costos se compensa con la menor rotación y el mejor ambiente laboral.
"La gente estaría más motivada. Es claro que puede tener un Impacto en la productividad, claro que esto también depende de variables como la Inversión en tecnología".
Él es Ingeniero Industrial, cuarta generación de una dinastía que comenzó en la Industria textil y ahora está en petroquímica y servicios financieros.
"He aprendido mucho de mi padre (Antonio del Valle). Sabemos que es muy Importante cumplir la ley, pero también sabemos que no basta con eso. Hay que hacer mucho más. El salarlo mínimo es parte de un rompecabezas. Necesitamos hacer un esfuerzo para dar capacitación constante a los empleados, proporcionar un ambiente laboral propicio, lo cual va más allá de las Instalaciones físicas; preocuparse de cómo interactúan; qué tan claro tienen lo que hacen, y qué tanto tienen puesta la camiseta de la empresa".
Para esta entrevista con El Economista, pide que no haya fotógrafo. No obstante, su actitud es abierta y comunicativa. Hace casi tres meses le tocó vivir la crisis del accidente de la planta de Pajaritos en Coatzacoalcos, una empresa que es sociedad con Pemex, donde Mexichem tiene 56% del capital.
"Estoy consciente de que es un tema muy importante, en el que se ven cosas de las que ahora estamos hablando. En los próximos días estaremos en condiciones de hablar a profundidad de él. Sólo les pido paciencia", externó.
Fuente: Luis Miguel González/El Economista
