Miércoles 26 de octubre de 2016

Si sabes que viene una época de mucho trabajo, prepárate, optimiza tus recursos y haz más con tus capacidades Sabes que una época intensa de trabajo se acerca y más vale que te prepares porque no quieres que la caiga de trabajo se vuelva excesiva y te cobre factura. Es necesario comer y dormir bien. Pero también es necesario aprovechar el tiempo al máximo, es decir, hacer todo lo necesario para ser más productivo. Hay que entender que a diferencia de las máquinas, no podemos ser productivos 24/7, así que hay que aprovechar los recursos que tenemos al máximo. 

Primero, debes saber cuál es el objetivo que persigues al trabajar tanto y cuál será el final de esta temporada pesada "Tienes que tener muy clara la importancia de por qué ese momento de trabajo es intenso. 

Si trabajas en una papelería el regreso a clase va a ser más intenso, si trabajas en una cadena hotelera van a llegar más huéspedes en verano, por ejemplo", explica Margarita Chico, directora del portal Trabajando.com. 

Esto es sumamente importante porque si no tiene fin y en vez de ser una temporada es el ritmo natural de trabajo, entonces está relacionado con las definiciones de tu puesto.

"Hay épocas que son de mayor demanda laboral, que tu trabajo te demanda más algunas veces que otras, pero si es todo el tiempo así hay algo que está fallando. O la persona no es la adecuada para el puesto o éste no está definido correctamente", explica Carina Friguglietti, Gerente de Mercadotecnia de Meta4, una empresa dedicada a la gestión de recursos humanos a través de la nube. 

Si este periodo arduo de trabajo no tiene fin entonces tienes que revisarlo porque las cargas excesivas de trabajo conllevan estrés, el cual, si no se trata bien, puede traer consecuencias serias como el síndorme de bumout, un padecimiento que aparece después de largas temporadas de sometimiento al estrés, que tiene varios síntomas y que se refleja en un fuerte cansancio emocional y en baja productividad laboral. 

Ahora bien, empieza por organizar tus tareas. 

¿Qué es lo importante y qué es lo urgente? Esta pregunta te la tienes que hacer cuando estés armando tu agenda. Stephen Covey, un coach considerado gurú en temas de management y autor del bestseller Siete hábitos de la gente altamente efectiva propone una matriz que busca organizar las tareas de lo urgente a lo que es verdaderamente importante. 

Contestar correos, por ejemplo, no es una actividad importante aunque pudiera convertirse en urgente porque alguien más lo requiere. 

El consejo de Covey es que te enfoques en lo realmente importante; en eso que contribuye a alcanzar las metas y objetivos a más largo plazo que el envío de un simple correo. 

La recomendación es que hagas un cronograma en el que establezcas metas tanto de manera diaria como de forma semanal. Asimismo, echa mano de la tecnología y utiliza algún calendario que te recuerde de tus citas y de tus pendientes, y revísalo diariamente. Un día antes, revisa los pendientes que vas a realizar al día siguiente y establece un horario aproximado durante el cual vas a llevar a cabo esas actividades. 

Por desgracia, no podemos mantener la concentración durante mucho tiempo, así que organízate para trabajar por lapsos. 

Un estudio de Nathaniel Keitman, un investigador del sueño, encontró que cuando dormimos realizamos un ciclo que va del sueño más ligero al más profundo en alrededor de 90 minutos. Keitman no sólo encontró eso sino que este ciclo se repite cuando estamos despiertos. 

Así que la recomendación es que trabajes durante este tiempo de manera intensa y luego tomes un descanso, y así sucesivamente. Concéntrate en que la tarea más pesada la realices durante los primeros 90 minutos de trabajo. Verás que esto te hará sentir más productivo. 

"Es importante que te des descansos, si quieres de 10 minutos, toma aire, tómate un café, porque si no lo haces entrarás en un estado de estrés. Descansando este tiempo vas a tomar nuevo aire", asegura la especialista. 

El físico primero Nada de quedarte frente a la computadora comiendo una pizza o lo primero que se te atravesó en el camino. Es necesario que hagas las tres comidas al día y que te des un momento para hacer estas comidas, porque los alimentos son el combustible que impulsa la producción, según explica la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Si no comes bien se forma un círculo vicioso que afectará tu productividad: Una mala nutrición lleva a una mala salud, la cual provoca una menor capacidad de aprendizaje, en consecuencia, a una mano de obra "escasamente" calificada y a una productividad inferior. El estar mal alimentado puede afectar hasta 30% en la productividad, explica la OIT. 

Dormir mal también tiene consecuencias parecidas: disminuye la productividad y se relaciona con un fenómeno llamado "presenteísmo", en el que los trabajadores van a laborar pero no rinden los suficiente, de acuerdo con un par de estudios sobre el tema realizados en Estados Unidos. 

Si en algún momento estás muy cansado y tienes la oportunidad, no dudes de tomar una siesta.

Dormir entre 20 a 30 minutos es recomendado para estar alerta en el corto plazo. 

"Este tipo de siesta provee de beneficios significativos para mejorar el estado de alerta y de desempeño sin dejarte una sensación de aturdimiento y sin interferir con el sueño de la noche", explica la National Sleep Foundation, una organización independiente en Estados Unidos que tiene el objetivo de educar en este tema. 

Respira y desconecta Es necesario que te des tiempos en los que realmente te desvincules de tu trabajo, dejes de contestar correos, llamadas, y lo utilices para recuperarte del esfuerzo. 

"Ríete, desestrésate, busca siempre lo positivo y descansa, trata de no volverte adicto al trabajo y realmente desconéctate", asegura Chico. 

Regálate momentos que sean completamente tuyos, ve una película, date el tiempo de ver a tus amigos. Es necesario que en medio de la caiga laboral encuentres cierto equilibrio entre tu vida personal y tu vida laboral, porque el balance vida-trabajo es un coadyuvante en la productividad. 

WorkLifeBalance.com, una consultora dedicada a implementar políticas que buscan este balance en las empresas, a través de una serie de encuestas de satisfacción, encontró que los trabajadores con un balance positivo entre su vida y el trabajo son mucho más propensos a ser 24% más productivos. 

Unoalavez No trates de comerte al mundo en un solo día. 
Ve poco a poco que tu cerebro te lo agradecerá y hará que avances más rápido. Monica Mehta, explica en "El instinto empresarial: cómo cada uno tiene la capacidad innata para comenzar un negocio exitoso", la manera en la que el establecimiento de metas cortas puede ayudar a ser más productivo. 

Ella explica que cada vez que tienes éxito en algo, tu cerebro guarda la información sobre la manera en la que lo hiciste bien y esto se debe a que este órgano libera dopamina, la hormona responsable del placer, el aprendizaje y la motivación. Así que el sentirla no sólo estimula una mejor concentración sino que también te sentirás inspirado para volver a experimentar esta buena sensación. 

"Esta es la razón por la que cultivar pequeñas metas puede estimular el alcanzar un gran éxito. 
Cada vez que fallamos, el cerebro drena dopamina, lo que hace no sólo difícil el concentrarse, sino también el aprender de qué es lo que estuvo mal", asegura Monica Mehta en su libro.

• Pon orden en tu cubículo Trabaja siempre en un lugar limpio y ordenado. Esto te va a ayudar incluso a mejorar tu ánimo. "En medio del caos, del tiradero de muchos papeles, ordena tu lugar, oiganlzalo y déjalo limpio. Esto te ahorrará tiempo y te facilitará el trabajo. Pon una foto de tus amigos y familia y haz agradable tu lugar", recomienda Margarita Chico, directora del portal de empleo Trabajando.com El exceso o la angustia de no saber usarla La tecnología ha generado otra forma que puede afectarte: el tecnoestrés. El término fue acuñado por el psicólogo industrial Craig Brod en 1984 en un libro titulado Tecnoestrés: El costo humano de la revolución informática. 

Brod lo define como una "enfermedad moderna de adaptación causado por una inhabilidad de manejar las nuevas tecnologías computacionales de una manera sana". Se trata ya sea del uso excesivo de dispositivos electrónicos o el resultado de no saberla usar. Esta respuesta a la tecnología puede traducirse en una falta de adaptación, o en una adicción. 

Relájate, diviértete y desconéctate del trabajo En medio de tanto trabajo, no te olvides de buscar tiempos de ocio y de diversión. No sólo los fines de semana, sino también durante la semana laboral. Escríbelos en tu lista diaria de pendientes. "Come con un amigo, ve a comprar un par nuevo de zapatos. Asi estarás diariamente 'arreglándote' y recordándote que eres humano y no máquina", recomienda Michelle Weil, sicóloga y coautora del libro Tecnoestrés : enfrentando a la tecnología del trabajo como un juego en casa. Esta es sólo una de las alternativas para enfrentar este mundo en el que la tecnología se ha convertido en un estilo de vida

Fuente: El Universal