Lunes 21 de noviembre de 2016
De 2010 a 2015, el gasto público social destinado a los jóvenes en México apenas creció de 2.6 a 2.9 por ciento del producto interno bruto (PIB), señala un estudio del Centro de Análisis e Investigación (Fundar), en el que se específica que el país asigna menos recursos a este sector que El Salvador y Uruguay.
En la presentación del documento, Arie Hoekman, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), advirtió que si no se realizan inversiones estratégicas en apoyo a los jóvenes, el bono demográfico que México tiene actualmente se puede convertir en pesadilla.
Recordó que en los 10 años recientes se ha hablado de bono, pero ante la previsión de que esa ventana se cerrará en los próximos 20 años, es preciso volver a hablar sobre el asunto. Para aprovechar los potenciales beneficios, sostuvo, se requieren asignaciones presupues-tales estratégicas.
Según el análisis elaborado con una metodología creada por el UNFPA, Uruguay y El Salvador destinan 4 y 3.16 por ciento de su PIB a la juventud, mientras México llegó en 2015 a 2.9 por ciento.
De esa inversión, 53 por ciento se canalizó a educación, 26 por ciento a salud y el resto se repartió en vivienda, servicios a la comunidad y en ciencia y tecnología.
El director del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), José Manuel Romero Coello, reconoció que en el país se ha avanzado poco, pero se ha avanzado, subrayó. También estimó que el bono demográfico prevalecerá hasta 2020, por lo que es necesario aprovecharlo.
Menos recursos al Imjuve
No obstante, reconoció que el recorte presupuestal afectará diversos programas. De hecho, puntualizó que el Imjuve tendrá en 2017 50 millones de pesos menos que en 2015, cuando fue de 352 millones.
Esto obligará a ajustarse el cinturón, lo cual está pasando en todas las dependencias del gobierno, dijo. Pero no por eso se va a bajar la guardia; al contrario, hay que redoblar esfuerzos, subrayó.
En entrevista, el funcionario se refirió a la eventual repatriación de jóvenes de Estados Unidos, una vez que Donald Trump asuma la presidencia de ese país, y señaló que se trabaja en la creación de programas que promuevan su reinserción laboral.
Resaltó que en los años recientes fueron deportados casi 300 mil migrantes al año, de los cuales 30 por ciento son jóvenes; es decir, unos 90 mil.
Romero Coello señaló que próximamente se reunirá con la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, para revisar las acciones que se aplicarán si el presidente electo de Estados Unidos empieza a repatriar a millones de paisanos, como ha asegurado.
Fuente: La Jornada
