En un contexto de analisis del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ¿cómo lo ven ustedes desde un punto de vista salarial? El Tratado tiene que modernizarse, hay puntos que no se tocaron hace 25 años, no solo salarios, hay que actualizarlo al comercio en la era digital, en el tema de tecnología, y el de energía.
En cuanto a los salarios creo que hay dos puntos por valorar: uno, la legalidad y formalización del empleo, porque no es lo mismo competir contra sueldos donde tienes una carga patronal, en cualquier lado de la frontera, contra otros que son informales. El tema de los salarios es de oferta y demanda y el aumento tiene que ser por productividad, innovación y generación de valor. No hay que olvidar que los puestos muy operativos al final se van a automatizar y tenemos que elevar los skills del trabajador, pensar que mayor sueldo implica mayor generación de valor con especialización de conocimiento.
¿Funciona pensar en el mismo puesto, mismo salario de cualquier lado de la frontera? En México el mercado laboral tiene una oferta y demanda que tiene que ver con costo de vida e infraestructura. Creo que hay una gran oportunidad de elevar los sueldos, pero no de manera precipitada para emparejarnos con Estados Unidos. Hay que elevar con base en productividad en el aprendizaje de competencias y nuevas tecnologías para así competir en otro nivel. Creo que el discurso de elevar y emparejar los sueldos solo porque sí, no es válido, porque no son las mismas condiciones.
Hay que dignificar el empleo. El tema del salario mínimo es un concepto que podemos discutirlo muchas veces...
Hay que elevar el ingreso del trabajador no solo en las prestaciones, sino también en los incentivos por productividad y ahí tenemos mucho camino por andar.
¿Cuales serian los primeros ajustes por hacer en estas prestaciones especiales? Tendríamos que hablar de aspectos como seguridad social para todos, no solo para algunos; beneficios adicionales sí, como el fondo de ahorro, bonos de puntualidad, premios por productividad, comisión sobre ventas, flexibilidad laboral, que en este caso es como un salario emocional.
Ahí sí nos podemos emparejar con otros países porque tiene que ver también con el compromiso del empleado, la motivación para quedarse y la diversidad de los equipos.
Y bajan los niveles de rotación...
A veces nos dejamos llevar por el sueldo base.
Pero hay que pensar que en cinco años, 5% de la fuerza laboral va a ser millenrtial. En la encuesta que hizo Manpower a los millennials , el sueldo es importante... ¿pero sabes qué es más importante? La flexibilidad, el tiempo libre y trabajar con personas extraordinarias.
Los millennials no van a vivir pensando en comprarse un coche o una casota, quieren flexibilidad y un propósito en el trabajo, más que un ascenso a director general.
¿Cómo se mejora la productividad? Por medio de capacitación y entrenamiento para estar a la vanguardia en nuevas tecnologías y en competencias. Sabemos que vivimos la cuarta Revolución Industrial y se van a perder en el mundo 7 millones de empleos en los siguientes 15 años por la tecnología. Se van a crear 2.1 miilones de empleos que van a ser mucho más sofisticados, trabajos como diseñar o dar mantenimiento a un robot, atención al cliente, a ancianos, ser granjero eóüco... Eso es lo que se va a requerir.
Las empresas van a tener que invertir en dos cosas que me parecen fundamentales: entrenar a tu personal actual para que pueda llevarte al siguiente nivel en tu negocio y darles las herramientas necesarias a aquellos que ya no vas a necesitar porque cambió el modelo de negocio. Fuente: Milenio