Si espera ansiosamente la época de evaluaciones de desempeño para ver si le darán un aumento, está cometiendo un error, señala Patricia Cánepa, Consultora de DBM.

Si se preocupa por contribuir a la organización día a día, cuando llegue el momento de las evaluaciones, no habrá mayor sorpresa. A mayor contribución visible, mayor retribución.

Y digo “visible” porque hay muchas contribuciones que pasan desapercibidas pues no las comunicamos a quienes deben conocerlas. Olvidamos “marketearlas”.

Por ejemplo, usted se ha matado para sacar un nuevo procedimiento que generará ahorros importantes. Trabajo silenciosamente y se lo explico a quienes usan la herramienta directamente. Ellos están felices. Pero se olvidó de compartir la novedad y sus beneficios con su jefe. Grave error, porque si su jefe no conoce el alcance de su contribución, no podrá sustentar un aumento.

Es muy diferente si su jefe sabe que el nuevo proceso ahorrara dos días de trabajo a la semana, generando un ahorro anual que duplica su sueldo, liberando a tres personas que podrán enfocarse en otro proyecto crítico.

Así que si usted siente que se “merece” un aumento, no espere hasta su evaluación anual. Pregúntese si se lo está ganando día a día y, sobre todo, si quienes deben conocer sus aportes los conocen. Después de todo, usted mismo es quien se paga el aumento.

“El aumento de sueldo se gana todos los días. Usted mismo se lo paga. Pregúntese si se pagó el sueldo este año. Si el saldo de sus contribuciones es mayor que su sueldo anual, va por buen camino”, dijo.

Además, preocúpese de darles visibilidad a sus contribuciones en la empresa con mucho criterio profesional, sin parecer arrogante o caer pesado. No olvide “marketearlas”.

Si el saldo es negativo, identifique los obstáculos, haga un plan con plazos precisos para reducirlos y consiga el apoyo de su jefe.

“Si no consigue resultados sobre su apoyo de sus jefe, pida un cambio a otra área donde sus ganas de contribuir puedan hacerse realidad”, recomendó.