El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

Más de 70% de los empleados no son felices en sus trabajos

Por: Redacción/El Pulso Laboral

Estás en un trabajo en el que no te sientes completamente satisfecho, te cuesta hacer las cosas pero buscas hacerlo de todas formas, por el dinero y la estabilidad? ¡Ten cuidado! Podrías estar a punto de quemarte.

Cuando una persona está quemada, vive cansada, desgastada, de mal humor, frustrada y desmotivada, sin un sentido por las actividades que hace, lo que repercute a nivel profesional y personal, indica en entrevista con El Economista, Alain De Matteis, coach de la consultora vocacional Brújula Interior.

“Entre 70 y 80% de las personas no está a gusto con su trabajo. Cerca de 50% llega cuando está totalmente quemada”, explica.

Esto ocurre cuando una persona se desempeña en labores que no la hacen feliz, pero que busca adaptarse a ello, provocando sobreesfuerzo, especialmente a nivel cerebral porque no se hace un uso eficiente de él.

Alain detalla que cuando estamos en un estado saludable, el cuerpo adquiere energía de todo lo que consume como alimentos, bebidas y oxígeno, la cual divide 20% para el cerebro y 80% al cuerpo, lo que permite operar de mejor manera, así como llevar a cabo las funciones de reparación y regeneración.

Sin embargo, cuando se produce la quemadura, el cerebro trabaja más de lo usual, busca más energía robándosela al cuerpo y provoca sobrecarga y mayor esfuerzo para resolver las actividades del día a día.

“Cuando se entra en ese estado, la persona está frustrada, cansada, estresada y si se prolonga por periodos largos, se afecta el ciclo de dormir y la alimentación, porque el cuerpo pide más alimentos como azúcares y harinas que aportan energía rápidamente”, dice.

Uno de los síntomas comunes es despertar cada mañana igual o más cansado que cuando se fue a la cama y no poder eliminarlo, a pesar de haber dormido ocho o más horas. Sentirlo por días y esperar el fin de semana para recuperarse es otra señal.

De no combatirlo se pueden generar más problemas de salud como depresión, ansiedad y estrés crónico.

Las causas

El especialista indica que las situaciones que pueden conducir a las quemaduras tienen dos fuentes de origen: externas e internas.

Las externas son el tipo de la empresa en la que se trabaja, el entorno, la gente y el jefe, quienes aportan diferentes niveles de toxicidad.

A nivel interno, ocurre por falta de alineación entre el trabajo y lo que gusta hacer, un rechazo al proyecto que realiza o la empresa, falta de claridad en lo que se quiere, o por ejercer habilidades que no son las propias, cuando busca adaptarse.

“La adaptación ocurre cuando haces tareas que no están alineadas con tus preferencias. Esto puede ocurrir por el entorno en el que nacieron, donde viven o el laboral, donde se premian cosas versus otras, y en la búsqueda del reconocimiento de los demás, desarrollas cosas que no te gustan”, afirma.

Por ejemplo, si ves que se premian habilidades matemáticas, buscas desenvolverte en ese ámbito, pero en el fondo no es lo que te gusta, lo único que buscas es el reconocimiento o dinero involucrado.

Cuando alguien pasa años tratando de adaptarse tiene un nivel de enojo alto y constante, aunque pareciera que tiene buen sueldo y puesto. Lo que ocurre es que transmiten su frustración externa.

Cómo resolverlo
La buena noticia es que tiene solución. La clave es conocerse a fondo,“80% o más de las personas no se conoce y esto genera escoger trabajos con base en el entorno social, cultural y laboral que se perciben como atractivos y valiosos”, menciona.

Hay que entender quiénes somos, cuáles son nuestros talentos y debilidades para usarlos como brújula en el desarrollo profesional.

De igual manera, las empresas pueden ayudar a combatir el problema. Si un líder observa que sus colaboradores tienen señales de quemados, pueden reubicar, entender dónde colocar a estas personas según sus habilidades y preferencias para que florezcan y contribuyan de una mejor forma a la compañía.

“Puede que digas ‘no me gusta mi trabajo y busco a dónde moverme’ o dentro de tu organización puedas ejecutar otras actividades, hacer modificaciones para que la frustración desaparezca”, finaliza.//El Economista 

también te puede interesar