En los tiempos de crisis las personas suelen explotar su creatividad a su máxima expresión, aseguró Benjamín Toledo, coaching de empresas.

Efectivamente, dijo, cuando el salario no alcanza para el mercado ni para pagar las cuentas, las personas se rebuscan con empleos alternativos que les permitan cubrir sus necesidades básicas y tener cierta capacidad de ahorro. Entonces, ¿será posible llegar al final de la quincena sin morir en el intento? 

Por supuesto, siempre existen opciones que se adaptan a los distintos estilos de vida de las personas. Dependiendo de las capacidades, conocimientos, facilidades de horario y afines, pues, hombres y mujeres pueden elegir algunos de estos empleos complementarios: 

Pueden ser “clases particulares” después de la jornada laboral puede ser un buen momento para dar clases a domicilio. Los servicios de profesor particular se ofrecen por medio de panfletos, carteles ubicados en centros de estudios de todos los niveles, aunque, los métodos más efectivos para conseguir clientes son las recomendaciones de amigos y la publicidad de boca en boca.

Cuidado de niños y ancianos: existen muchas familias que necesitan apoyo para cuidar a los más pequeños y a las personas mayores de la casa y, lamentablemente, no cuentan con los recursos suficientes como para pagar guarderías o asilos. Por lo tanto, es tentador cuidar a niños y ancianos para obtener un dinero extra.

Cocinar para otros: Si se tienen habilidades culinarias, trabajar de manera puntual para caterings, bares o fiestas privadas, preparando el almuerzo de los empleados de algunas empresas, pastelería y afines.

Trabajos en empresas con sistema piramidal: para comenzar este tipo de negocios sólo se necesita invertir una módica cantidad de dinero, permiten un horario al extremo flexible y no demandan experiencia previa. Además, estas organizaciones siempre ofrecen entrenamiento gratuito.

Más allá de las vicisitudes que afectan la economía de todos los mortales siempre existe una luz al final del túnel.