Según estimaciones de la Secretaría de Economía el 28 por ciento de los mexicanos no saldrán de sus ciudades de origen, por lo que los especialistas proponen aprovechar el tiempo.
“Hacer excursiones de ida y vuelta en el día. Acercarse a un parque natural cercano, visitar una ciudad histórica, pasar una jornada en la playa... En función del lugar de residencia, es posible encontrar cerca múltiples opciones para pasar un día fuera de casa y regresar para dormir, sin tener que gastarse dinero en un hotel”, aseguró Irlanda Medina Osorio, especialista en finanzas personales.
Recomienda que el alojamiento más barato y entrañable es la vivienda de amigos o familiares. Son muchos -sobre todo familias con niños pequeños- que en cada periodo vacacional vuelve a su lugar de origen (pueblo o ciudad) a descansar y pasar unos días con su familia.
“Pero también hay muchos -en especial, jóvenes- que no se hospedan en hoteles al viajar. En este caso, lo hacen sobre todo en casas de amigos que se han ido fuera unos días y se la prestan o bien aprovechan las vacaciones para visitarlos y se alojan con ellos”, dijo.
Además, viajar en grupo. Esta forma de desplazarse resulta muy económica. Y al organizar una salida con un grupo de amigos, además, se compartirán vivencias, será más divertido y se estará seguro. Pero conviene recordar que para evitar problemas ¡hay que saber escoger muy bien a los compañeros de viaje!
También hay quien puede quedarse en casa, dormir, tomar un baño de espuma, visitar a la familia o amigos, sentarse a leer, ver las series favoritas en la tele, cocinar sabrosas recetas para las que nunca se tiene tiempo... "No hacer nada" es una excelente manera de disfrutar de unos días de vacaciones. Además, el descanso es imprescindible para la salud física y mental ¡y para el trabajo!.
Así lo señala el coach Joaquín Olivas, quien recomienda lo siguiente: "Si vas a trabajar, trabaja al límite, si vas a descansar, descansa al límite". No en vano, la relajación que se conseguirá sin tener que hacer ningún plan hará que se vivan los días con intensidad y se vuelva a la rutina sin cansancio y mucho más efectivo y productivo.
Ya sea en la propia ciudad o en el destino escogido si se ha viajado, se pueden contener los gastos. Y es que pasear es una manera excelente ¡y muy barata! de conocer una ciudad y, además, reporta múltiples beneficios a la salud. A lo largo de la caminata se puede parar a tomar un aperitivo.
Sin moverse del lugar habitual de residencia, los días de vacaciones se pueden aprovechar para visitar museos o exposiciones -muchas son gratuitas o tienen precios muy asequibles- a los que apenas se acude debido al ajetreo y las obligaciones de la vida diaria.
