El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

Siesta en la oficina mejora la productividad

Por: Adriana Rodríguez

Sábado 21 de mayo 2016

 

Dormir la siesta después del almuerzo puede aumentar la productividad en el trabajo como mejorar el humor. Según diferentes estudios científicos, el sueño puede resultar reparador, especialmente para las personas que no duermen el tiempo necesario durante la noche.

Uno de los últimos trabajos fue realizado en Universidad de Higashi-Hiroshima, en Japón. Se descubrió que la siesta tiene efectos benéficos sobre el rendimiento en diversas tareas en particular. Los investigadores, liderados por Mitsuo Hayashia, demostraron que la siesta de 20 minutos mejora el nivel de alerta y el rendimiento en trabajos con terminales de pantallas visuales, en comparación con un período de descanso sin dormir.

Además, otro estudio realizado por científicos del Departamento de Psicología de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos, detectó que dormir la siesta mejora los estados emocionales. “El trabajo que se hizo en la Universidad de Michigan demostró que la siesta disminuye la impulsividad y aumenta la tolerancia a la frustración. El control emocional puede verse afectado por la vigilia continua a lo largo del día y la siesta puede ser una contramedida efectiva”, comentó a Clarín Daniel Vigo, investigador en medicina del sueño del Conicet en la Universidad Católica Argentina.

Según la Fundación Nacional del Sueño de los Estados Unidos, la percepción de la siesta está cambiando, en base a las pruebas científicas de sus beneficios para la salud.

Según Natalie Dautovich, investigadora de la Fundación y profesora adjunta de psicología en la Universidad de la Commonwealth de Virginia, ahora “se está empezando a entender que tomar una siesta es un fenómeno mucho más complejo”. Puede ser la clave para vencer el temible déficit de energía de la tarde. En los países desarrollados como los Estados Unidos o Japón, las empresas ya ofrecen espacios especiales para que los empleados duerman la siesta de 20 minutos o permiten que vayan a “siestarios” cercanos para dormir y volver renovados al trabajo.

Estudios anteriores también han encontrado que dormir la siesta mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmune. Esto es porque cuando no se duerme lo suficiente, el sistema inmunológico se debilita. Reduce el estrés y la ansiedad. A su vez, según una investigación publicada en el Journal of Sleep Research, mejora la memoria, el aprendizaje y la capacidad para afrontar problemas complejos.

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