Entre los niños y los adolescentes, el consumo de agua simple en nuestro país es equivalente a tan solo dos vasos al día.

Aunque una adecuada hidratación es vital para mantener a nuestro organismo funcionando, y expertos destacan que el agua simple es la mejor fuente de hidratación para todas las edades, desde bebés hasta adultos mayores. Sin embargo, en nuestro país aún estamos muy lejos de alcanzar un consumo adecuado de agua simple.

De acuerdo con Gloria Cervantes, Health Marketing de Bonafont, la idea generalizada que tenemos, es que todos debemos consumir al menos 2 litros de agua al día (8 vasos); sin embargo, las necesidades dependiendo de las edades y la situación en la que nos encontremos, así como si somos mujeres u hombres, determinará realmente cuál es el consumo de agua requerido. Una de las maneras más sencillas de saber si estamos bien hidratados es revisar el color de nuestra orina, mientras más oscura y concentrada sea ésta, requerimos un mayor consumo de agua.

Según estudios recientes realizados en nuestro país, los niños de entre 4 y 9 años de edad beben un promedio de 5 vasos de líquidos por día; sin embargo, menos de dos de estos vasos son de agua simple, y los tres restantes incluyen, además de leche, bebidas azucaradas. Por su parte, 3 de cada 5 adolescentes de entre 10 y 17 años de edad, no consumen suficiente agua simple.

Y en adultos, estas cifras no mejoran, por el contrario, son menos favorables. En promedio, un adulto consume tres vasos de agua simple, cuando el consumo en las mujeres debería ser al menos de 6 vasos de agua al día y de 8 vasos diarios en hombres. Y en el caso de las mujeres embarazadas o lactando, solamente un tercio de las bebidas que consumen corresponde a agua simple.

Adicional a los síntomas más comunes que la deshidratación causa, como agotamiento físico y mental, mareos y dolor de cabeza, una baja ingestión de líquidos está relacionada también con una mayor posibilidad de padecer enfermedades.

Así como malos hábitos de alimentación, incluida una hidratación no saludable contribuyen a sufrir sobrepeso y obesidad. Inclusive un estudio realizado en Europa, demostró que el estar mal hidratado aumenta el riesgo de accidentes vehiculares, al reducir la concentración y la habilidad de respuesta.

Al nacer, el 80 por ciento de nuestro cuerpo está compuesto por agua y con el paso de los años este porcentaje va disminuyendo y en edad adulta solo el 55 por ciento es agua. Así mismo se va perdiendo la sensación de sed por lo cual es más fácil que los adultos mayores se deshidraten.