Con el fin de incrementar el ahorro de los trabajadores, las Afores están obligadas a buscar los proyectos de infraestructura de la mayor rentabilidad posible, pero sobre todo, que sean sostenibles y viables en el tiempo, afirmaron expertos.
“Las Afores tienen que buscar los proyectos de la mayor rentabilidad posible, no importa si sean públicos o privados, y los proyectos de este gobierno en infraestructura, llámese Tren Maya, Refinería Dos Bocas, son proyectos que, según los especialistas del caso, no son rentables”, dijo Carlos Ramírez, consultor asociado de Integralia.
Explicó que si el gobierno pretende “engrapar” la propuesta de reforma al sistema de pensiones a la iniciativa para ampliar el régimen de inversiones, presentada el año pasado, habría que estar pendientes de que no se utilicen las ofertas privadas para obligar a las Afores a que inviertan en proyectos inviables.
Antonio Sibaja, director de inversiones de Afore Profuturo, indicó que en el caso del proyecto del Tren Maya “actualmente sería analizado de manera detallada y profunda”, e invertir en él hasta que se determine que es “adecuado”.
Francisco Martínez, director de inversiones de Afore Coppel, dijo que una empresa o un proyecto que no esté destinando recursos para disminuir la emisión de contaminantes que utiliza “no los vamos a elegir como una inversión a largo plazo”, aseveró.
Por su parte, Carlos Noriega, jefe de la unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda, reconoció que “tener una masa de ahorro, que representa el 18 por ciento del PIB, se vuelve una tentación; desde luego, porque todos los peligros que uno puede ver, desde proyectos que prometen ser muy buenos y llegan con las Afores y los invitan a invertir, o también la tentación del otro lado, de decir: por favor, invierte en ciertos sectores”, dijo.
En este sentido, Ramírez recomendó estar atentos a las reglas que se generarán para que las Afores participen en ofertas privadas, cuidando que se respete y se cuide la inversión de largo plazo de los trabajadores./El Financiero
