El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Seguridad Social

Afiliación de trabajadoras del hogar al IMSS avanza hacia la obligatoriedad

Por: Factor Capital Humano

Hace 18 meses el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) inició un programa piloto para trabajadoras del hogar, el cual, en la teoría y no en la práctica, termina este mes. En año y medio ha sucedido mucho: una pandemia, por ejemplo, que dejó sin empleo a 30% de ellas. Pero el efecto en la afiliación ha sido el contrario, pues ésta aumentó ligeramente.

“El balance del programa es muy positivo”, sostiene Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del IMSS. Ella ha sido la encargada de poner en marcha la prueba que arrancó en abril del 2019. Y en poco más de una semana, anuncia en entrevista con El Economista, empezará la fase dos

Luego de ello, el instituto entregará al Congreso un análisis de la operación de ambas fases y una propuesta de reforma legislativa. De esta manera, se activará la obligatoriedad de la afiliación, según explica la funcionaria. 

En marzo pasado, al comienzo de la pandemia en México, había 21,528 trabajadoras del hogar afiliadas. En agosto pasado, la cifra subió a 25,369, sólo el 1% de las más de 2.4 millones de personas que se dedican a esta labor. 

Pero en el avance hacia la seguridad social de esta población “el salto es enorme”. En 23 años que llevaba funcionando el esquema 34, la única modalidad en la que podían ser inscritas y que quedaba a voluntad de quienes las contrataban, apenas benefició a más de 3,000 empleadas y empleados, subraya. 

El programa piloto ha superado más de “9,025.5% la modalidad 34”, según el instituto. Además, los beneficios se han hecho extensivos a sus familias. La población atendida con el nuevo programa alcanza las 41,500 personas. 

López Castañeda también destaca que mientras las afiliadas al programa piloto tienen un salario promedio de 5,115 pesos, aquéllas inscritas en la modalidad 34 ganan alrededor de 4,000 pesos. 

El programa va a una fase dos

El siguiente gran paso del piloto será la fase dos. En esta etapa “se traslada completamente la responsabilidad del registro de la trabajadora al patrón. Así como del pago de las cuotas”.

En la fase uno las mayores dificultades administrativas las tienen quienes laboran con diferentes personas. Ellas se encargan del trámite y de poner de acuerdo a quienes les dan el empleo. Dependen de que todas y todos asuman su obligación, pues el pago se hace en una sola exhibición. Ahora cada quien pagará por su lado. Y la cuota se calculará con base en el salario mínimo diario, “ya olvidamos el rango mensual”. 

Hasta hace poco, la Ley del Seguro Social señalaba que la afiliación de las trabajadoras del hogar no era obligatoria, sino voluntaria. Esto fue declarado discriminatorio por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el 2018. 

En su sentencia, el máximo tribunal le ordenó al IMSS crear un programa piloto de 18 meses. Ese periodo le daría al instituto el panorama de cómo incorporar a esa población para proponerle al Congreso las reformas necesarias para garantizar su cobertura.

El IMSS inició este programa en abril del 2019, por lo que el plazo fijado por la Corte termina a finales de octubre. “Sin duda la afiliación va a seguir”, indica Norma Gabriela López, ya sea en fase piloto o como un esquema establecido. No hay marcha atrás. 

El piloto sirvió para conocer “la realidad del mercado laboral de las trabajadoras del hogar”. De alguna manera, imperaba la idea de los años 70, dice, cuando las empleadas vivían en las casas donde laboran. Muchas lo siguen haciendo así, pero la mayoría lo hace en la modalidad llamada “de entrada por salida” o multipatronal. 

Simplificación, clave para el pago de cuotas

Las mujeres, las personas jóvenes y quienes laboran el sector informal son las tres poblaciones más afectadas por la covid-19, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). 

De acuerdo con el Inegi, en el trabajo del hogar 9 de cada 10 son mujeres. El 36% de ellas comienza a laborar siendo menor de edad. “De hecho, una de cada cinco lo hizo entre los 10 y los 15 años, edades en las cuales el trabajo es ilegal”, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Además, 99% está en la informalidad, sin seguridad social. 

De marzo a julio, más de 732,000 dejaron de trabajar en los hogares de manera remunerada. De una población de más de 2.4 millones al inicio de la pandemia, ésta se redujo a 1.6 millones, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). 

Sin embargo, explica la funcionaria, sólo en abril se registró “una leve disminución de 400 personas que dejaron de estar aseguradas. Pero captamos por redes sociales que la razón era porque no tenían forma de pagar la cuota por el confinamiento”.

El IMSS de inmediato habilitó una cuenta bancaria para recibir los pagos vía SPEI y un correo electrónico donde enviar el comprobante del depósito. “Este mecanismo ayudó a que en mayo volvería a despuntar el registro y así seguimos el resto de los meses”. 

La baja en la afiliación no se debió a la falta de solidaridad, afirma. Por ello, en esta segunda etapa del programa las cuotas se podrán pagar en línea. “La pandemia y el programa piloto nos demuestra que la simplificación en el proceso ayuda a que la gente cumpla con su responsabilidad”, concluye.///Factor Capital Humano

también te puede interesar