El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Seguridad Social

Desarrollan dispositivo para transfusiones

Por: Claudia Cervantes

La administración de infusiones intravenosas puede ser la diferencia entre la recuperación de la salud y la muerte para millones de pacientes. Y es que este procedimiento de uso frecuente en los hospitales es el principal factor de riesgo para el desarrollo de infecciones bacterianas primarias nosocomiales.

Una encuesta realizada bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que más de 1.4 millones de personas alrededor del mundo sufren complicaciones por infecciones contraídas en el hospital y en México se estima que la frecuencia de infecciones en unidades hospitalarias oscila entre 2.1 y 15.8 por ciento.

En las unidades de cuidados intensivos la situación es aún más preocupante, pues dichas infecciones pueden afectar a hasta 23.2 por ciento de los pacientes.

Para ayudar a contrarrestar esta situación, recientemente se desarrolló un dispositivo especial de tres vías, llamado llave Marvelous, para la infusión de tratamientos hospitalarios, el cual actúa como una barrera contra las bacterias, al tiempo que garantiza la autoirrigación y minimiza el volumen residual. 

Para lograrlo, el dispositivo médico está elaborado con un material llamado Makrolon Rx1805, un plástico de policarbonato altamente transparente, con una buena resistencia química, el cual se puede moldear fácilmente, al tiempo que puede esterilizarse con radiación, lo que contribuye a la seguridad del paciente. 

Al mismo tiempo, la válvula de autosellado especial de este dispositivo impide el reflujo de soluciones para infusión y de otros fluidos, de manera que prácticamente se crea un sistema sellado. Esto también evita el riesgo de que se presenten infecciones relacionadas con puertos de infusión abiertos y difíciles de irrigar y limpiar.

Adicionalmente, para prevenir una colonización bacteriana, la llave genera un volumen residual mínimo y una irrigación continua del volumen interior, a través de un canal circunferencial interior. La eliminación completa de medicamento y de aire del sistema contribuye, además, con la seguridad del paciente, ya que se reduce la posibilidad de interacciones con otros medicamentos, la administración involuntaria de fármaco residual y el riesgo de embolismo aéreo.

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