Domingo 17 de julio 2016

Pese a las estadísticas que indican que México tiene el mayor porcentaje de niños con obesidad, nuestro país no es el que más consume bebidas azucaradas en el mundo. Tampoco los estadounidenses ocupan ese sitio.

De hecho, un reporte sobre los 10 países que consumen más bebidas azucaradas en el mundo, publicado en la revista médica The Lancet, indica que la venta de estos productos declinó en Estados Unidos desde el año 2000, cuando el país ocupaba el primer lugar en la lista. Para 2014, dice el estudio que retoma el WEF en una publicación, la Unión Americana descendió al tercer lugar en consumo per cápita de bebidas azucaradas.

Los chilenos son ahora los mayores consumidores de bebidas con alto contenido de azúcar, con un promedio de 190 calorías por persona al día. China, Tailandia y Brasil, indica el WEF, también han aumentado las ventas de estos productos.

Los autores del reporte que retoma el WEF, Barry Popkin y Corinna Hawkes, también indican que va en aumento el consumo de bebidas de fruta en Asia.

Popkins y Hawkes recopilaron datos de venta del Euromonitor para observar el consumo global de bebidas azucaradas y bebidas endulzadas. México, Argentina Arabia Saudita, dice el documento, están entre los primeros lugares, aunque subrayan que el consumo en México está decreciendo.

Los gobiernos en el mundo están determinados a reducir el consumo de bebidas azucaradas con políticas públicas, como aumentar los impuestos a los productos de alto contenido calórico o lanzando campañas publicitarias que adviertan de los efectos de consumirlos, hasta prohibir la venta de esta comida en las escuelas y han tenido, hasta ahora, diferentes niveles de éxito.

Los investigadores compararon los casos de Chile y México, para encontrar que sólo nuestro país, cuya iniciativa incluyó una campaña en medios advirtiendo sobre las bebidas azucaradas y su relación con la diabetes, así como un impuesto a los refrescos, ha funcionado. Las políticas públicas de Chile se enfocan, de acuerdo con el WEF, en diálogos directos con los representantes en el Congreso.

El exceso en el consumo de bebidas con alto contenido de azúcar está relacionado, según los investigadores, con obesidad y una deficiente salud cardio-metabólica, asociada con el incremento de diabetes, ataques al corazón y embolias.

A pesar de que ha disminuido la venta de refrescos en muchos países, advierten los investigadores, los jugos de frutas procesados, las aguas saborizadas y las bebidas energizantes han visto aumentar sus ganancias. Los autores del estudio que retoma el WEF advierten que los efectos de estas bebidas en la salud no están del todo analizados y que algunas investigaciones futuras serán necesarias antes de recomendar una alternativa saludable.

Los autores del estudio argumentan que es necesario tomar más acciones para abatir la venta de bebidas azucaradas y endulzadas.