En México, nueve de cada 10 conductores en zonas urbanas utilizan su teléfono celular al conducir un vehículo, pero contestar una llamada, atender un correo, un mensaje o ver una red social mientras se conduce, implica gran riesgo de accidente, incluso la muerte.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que las lesiones causadas por el tránsito son la octava causa mundial de muerte y la primera entre jóvenes de 15 a 29 años.
Una investigación realizada por la empresa de telefonía AT&T señala que los conductores que ponen más atención a sus celulares que a su trayecto, son la principal causa de accidentes y muertes en México.
El estudio muestra que los conductores utilizan el teléfono celular para realizar diferentes actividades, el 87 por ciento lee mensajes de texto, el 83 por ciento usa la aplicación de WhatsApp y el 60 por ciento revisa el correo electrónico.
Bajo la campaña “Puede esperar”, AT&T busca hacer conciencia de los riesgos que implica utilizar el celular mientras se maneja, y pide a los conductores que se enfoquen en el camino y no en el celular.
La iniciativa incluye un tour en diferentes puntos de la capital del país, ofreciendo un simulador de realidad virtual de 360 grados, con el que el público vivirá una experiencia simulada de las consecuencias potencialmente mortales cuando se hace uso del celular mientras se maneja.
Del 25 al 31 de diciembre la campaña estará en Perisur, al sur de la ciudad y el 6 y 7 de enero en el Palacio de los Deportes, mientras que para 2016 se tiene contemplado visitar más delegaciones, así como Monterrey y Guadalajara.
“Puede Esperar” de AT&T es una campaña de responsabilidad social que fue presentada por primera vez en Estados Unidos hace más de cinco años, y desde entonces ha ayudado a aumentar la conciencia de los peligros a más del 90 por ciento de la población, mediante la página www.PuedeEsperar.com.mx y en Twitter con el hashtag #PuedeEsperar.
¿Qué vale más? ¿la vida, una llamada, un email, ver la red social o un mensaje de texto? así que el teléfono puede esperar, pues en un segundo, un vistazo fuera del camino puede provocar un accidente o un desenlace fatal.
