La instalación de lactarios en dependencias y oficinas del gobierno capitalino va rezagada, y en donde ya hay, los empleados desconocen que cuentan con los espacios donde las mamás pueden extraer su leche o alimentar a sus bebés.

En mayo de 2014 el Gobierno capitalino indicó que para 2018 habría 92 lactarios; sin embargo, la Secretaría de Salud sólo tiene registro oficial de 28 espacios acondicionados en las dependencias locales, de modo que va 30.4% de avance de la meta fijada.

Los 64 lactarios restantes no han sido instalados, lo que equivale a 70.6% pendiente; por lo que tendrán que acondicionarlos en menos de dos años, antes de que concluya esta administración que busca fomentar la lactancia materna en la capital.

Lo que significa que para lograr el objetivo, la Sedesa tendrá que acondicionar, en promedio, tres lactarios por mes durante los próximos 22 meses.

La directora de Promoción a la Salud de la Secretaría de Salud capitalina, Marisol Villegas, señaló que en promedio actualmente sólo dos de cada 10 mujeres alimentan a sus hijos con su propia leche.

Los factores son diversos, pero entre ellos destacó que es porque donde laboran no tienen espacios adecuados.

En agosto de 2015, el IEDF adaptó un espacio para las mamás, y de acuerdo con su Proyecto de Instalación de una Sala de Lactancia son lugares que se asignan para extraer y conservar la leche, mientras las madres laboran.

Los criterios para adaptarlos han sido replicados de Estados Unidos, Chile, Argentina o España, y constan de un área con buena iluminación y ventilación, al menos cuatro metros, alejados de baños o basura, y un refrigerador de uso exclusivo.

La especialista detalló que “al ver que iba en descenso la lactancia surgieron estas estrategias. Antes tenían que encerrarse en un baño, hacerlo a escondidas en oficinas, o tapándose; eso es incómodo porque no están tranquilas”.

Ante las complicaciones que aún se padecen, en 2014 el Gobierno capitalino determinó crear lactarios en sus diferentes dependencias. “Buscamos políticas públicas que faciliten la posibilidad de seguir amamantando. A través de campañas de sensibilización en centros de salud surgió la necesidad de crear un espacio digno, con las medidas de higiene y comodidad”.

A partir de esta determinación se adaptaron espacios, aunque Excélsior constató que en algunos se han presentado deficiencias de higiene, pues en los refrigeradores también guardan recipientes con comida, cuando se estableció que deben ser exclusivos.

Al respecto, Villegas afirmó que en los lactarios hay supervisión constante para evitar que los usen de bodega o los dejen en el abandono.

“Todas las dependencias que lo instalan tienen el compromiso de mantenerlos bien. Efectivamente, la productividad de un lactario puede variar, puede haber momentos con cuatro mamás o periodos donde no haya ninguna”, enfatizó.

En un recorrido por lactarios de oficinas del gobierno, se constató que además, en algunos faltaba agua para beber, pese a la recomendación de Unicef de que las mamás deben hidratarse.

Olga, quien utilizó un lactario en las Oficinas de Servicios de Salud Pública, señaló que el problema radica en que ni los empleados conocen el espacio y por ello es necesario el respeto y sobretodo higiene y cuidado.

Ella trabaja en esas oficinas y tiene un bebé de ocho meses al cual sigue amamantando

Resaltó que “es un avance, me tocó ver a compañeras que lo hacían a escondidas”.

CONFÍAN EN LLEGAR A META

A pesar de que faltan 64 lactarios en las dependencias del Gobierno capitalino, la directora de Promoción a la Salud, Marisol Villegas, aseguró que sí podrán adecuar los 92 espacios para esta tarea, antes de que concluya la actual administración.

Aunque el avance ha sido lento, la funcionaria indicó que llegarán a la meta porque la inversión no es alta, ya que es un área pequeña que debe tener luz y agua, y no requieren más de 30 mil pesos para adaptarlo.

Consideró que se tiene el respaldo de la ley, debido a que el 22 de diciembre de 2016 el gobierno publicó en la Gaceta Oficial, reformas a la Ley de Salud.

Destacó que el artículo 50 establece que “para contribuir al fomento de la lactancia, todos los entes públicos de la ciudad deberán contar con lactario”.

“En la Secretaría de Salud les ayudamos a buscar el lugar idóneo, porque tiene que ser un espacio que tenga agua, un lavabo, un refrigerador pequeño, además capacitamos al personal para que sean monitores y estén cuidando el espacio”, aseguró./Excélsior