Juan Zínzer, investigador del Instituto Nacional de Cancerología, aseguró que en fechas recientes ha proliferado el uso de cigarros electrónicos.
“Cada día hay más gente en lugares en donde está prohibido el consumo de tabaco, utilizando los también llamados vaporizadores electrónicos, pues afirman que no dañan la salud, lo cual es totalmente equivocado”, dijo.
Nos encontramos, planteó, frente a un problema de salud porque estos cigarrillos electrónicos son dispositivos con forma de cigarro que expulsan nicotina cuando son inhalados y buscan emular la experiencia de fumar. Asimismo, cuentan con un líquido en el cartucho que contiene nicotina, aromas naturales extraídos del tabaco y compuestos humectantes como propilenglicol, los cuales son volatilizados sin que exista combustión, gracias a una batería que los vaporiza.
La Oficina norteamericana responsable de la autorización de alimentos y medicinas (FDA, por sus siglas en inglés), ya advertía desde 2009 la presencia de químicos tóxicos y cancerígenos, tales como nitrosaminas, anabasina, myosmina, b-nicotyryna y dietilenoglicol (usado como anticongelante) en estos dispositivos.
Un estudio del Nicotine & Tobacco Research de Oxford señaló que el uso de estos cigarros en ambientes cerrados pueden exponer involuntariamente a las personas que se encuentran en el mismo a la nicotina, provocando riesgos para la salud.
De igual modo, la doctora Julia Tábara, de la Unidad de Tabaquismo del Servicio de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de la Coruña afirmó que las sustancias que contienen estos dispositivos son tóxicas para la salud y ponen en riesgo a los fumadores pasivos. Asimismo, un estudio de la Universidad de Atenas en 2012 mostraba una reducción considerable en la capacidad pumonar de las personas fumadoras y no fumadoras.
“Las primeras veían un aumento de 182 a 206 por ciento en la resistencia de la vía aérea, es decir, que el espacio ocupado en los pulmones se llena de otros elementos que no son necesariamente oxígeno. Por otra parte, las personas que fuman regularmente muestran un aumento de 176 a 220 por ciento en dicha resistencia, lo cual no tiene modificación clara en las personas con padecimientos como asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica”, dijo.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha indicado que el número de llamadas por envenenamiento relacionado con los cigarros electrónicos subió de 1 caso al mes, en septiembre de 2010 a 215 mensuales en febrero de 2014, lo cual no ocurrió con los cigarros tradicionales
No debe perderse de vista que estos productos están prohibidos en varios países como Argentina, Australia, Brasil y Canadá; en otros, como Francia y Malta son comercializados de manera similar al tabaco y, finalmente, es tratado como medicamento, en Austria, Alemania, Dinamarca, Eslovaquia y Hungría.