El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Sindicatos

Gómez Urrutia: Grupo México negocia o se exigirá que le retiren concesiones

Por: / El Pulso Laboral

Este martes cumplen 12 años las huelgas en las minas de Cananea, Sonora; Taxco, Guerrero, y Sombrerete, Zacatecas, y el dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, advirtió que deben resolverse ya o de lo contrario, si persiste la intransigencia del consorcio que encabeza Germán Larrea, insistirá en que le sea retirada la concesión, a fin de que otras empresas reabran los yacimientos.

El senador de Morena explicó que diversas organizaciones nacionales y extranjeras apoyan esa demanda, que se hará pública mañana en Cananea, la histórica mina “privatizada por Carlos Salinas de Gortari y a la que el empresario Larrea cambió hasta el nombre, en julio de 2010, luego de pasar por encima del derecho de huelga.

En entrevista, resaltó que han sido años de lucha y de sacrificios para los trabajadores huelguistas, “frente a la insensibilidad de Larrea, el segundo hombre más rico del país, quien contó con el respaldo absoluto de los gobiernos del PAN y el PRI para no responder a las demandas de los mineros ni cumplir con la obligación de revisar los contratos colectivos.

Explicó que las huelgas iniciaron el 30 de julio del 2007, en demanda de mejoras salariales y de las condiciones de higiene y seguridad, ya que la situación en la mayoría de las plantas de Grupo México era muy similar a la de Pasta de Conchos, donde un año antes fallecieron 65 mineros.

Las huelgas estallaron, detalló, en medio de la campaña de Larrea para acabar con el sindicato minero y sus dirigentes. Por ello, el empresario se negó siempre a dialogar con los líderes seccionales.

En el caso de Cananea, una de las principales productoras de cobre del mundo, en los hechos se rompió la huelga en julio de 2010, en contubernio con Felipe Calderón y su entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, que había sido el abogado de Grupo México.

En la maniobra participaron también el ahora ministro de la Suprema Corte Eduardo Medina Mora y el entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano. Juntos idearon que la empresa debía reabrirse, pese a la huelga, a través de lo que se conoce como causa de fuerza mayor. No procedía, resalta el senador Gómez Urrutia, porque no había guerras, terremotos o algún otro impedimento real para que le empresa pudiera trabajar.

Sin embargo, “sacaron una resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que fue avalada por la Suprema Corte. Después de ello, en menos de 24 horas Grupo México reabrió la mina, “escudado en 4 mil elementos de la Polícia Federal, agentes de Sonora y guardias blancas, con los que desalojaron a golpes a los huelguistas y tomaron el control de la empresa”.

Gómez Urrutia, también dirigente de la Confederación Internacional de Trabajadores, expuso que la empresa depositó en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje las liquidaciones de los mil 200 trabajadores de Cananea, pero la mayoría no aceptaron, y ahora 750 se mantienen en pie de lucha, al igual que parte de los mineros de Taxco y de Sombrerete.

Larrea contrató a personal de otros municipios y estados y cambió el nombre a la mina de Cananea, la cual bautizó como Buenavista del Cobre. Llevó hasta a sicólogos para convencer al personal, pero para los trabajadores y para los habitantes del municipio del mismo nombre sigue siendo la mina de Cananea, la de la huelga de 1906, que fue un detonante de la Revolución Mexicana.

El dirigente del sindicato resaltó que interpusieron una denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y esperan una resolución vinculante y obligatoria, para que los trabajadores de las tres minas puedan recuperar sus empleos y reciban los salarios caídos.

–¿Estaría dispuesto a sentarse a negociar con Grupo México el levantamiento de las huelgas?

–Es una pregunta que me han formulado mucho en días recientes, y mi respuesta ha sido que lo haría, siempre que sea en un contexto de respeto recíproco, al más alto nivel y con la intención de hacer justicia a los mineros huelguistas. /La Jornada