CRÓNICA
Y no fue lo mismo de siempre…Pero ahí estaban juntos, en la Conmemoración de la Expropiación Petrolera de 1938… a pesar de todo, a pesar de los más de 13 mil despidos proyectados en Petróleos Mexicanos y los cambios al Contrato Colectivo de Trabajo.
Sí… Carlos Romero Deschamps, legendario dirigente petrolero y Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
No como en antaño, codo a codo, tomados del brazo, ni con los clásicos “chascarrillos” al oído. No. Hoy había distancia.
Viendo de frente el presídium, a la diestra del Presidente, el Secretario de Energía, después ¡el Gobernador de Oaxaca! Y luego un Romero Deschamps incómodo y pensativo… Y no fue lo mismo de siempre.
Acostumbrados a la estridencia, a los vítores, a la manifestación desmedida de lealtad al Gobierno, los petroleros asistentes de la Sección 11, 34 y 45 se mantuvieron cautos, una que otra arenga: ¡Petroleros, Peña Nieto!, intento de grito que pronto se apagó…
Romero Deschamps, como buen soldado del PRI, hoy maltratado y acorralado, se disciplinó, no hay margen para otra cosa.
Sin embargo, a la primera oportunidad sacó desde su más profundo sentir su visión de la catástrofe que vive Pemex:
“La crisis de Petróleos Mexicanos ha sido causada por acciones y decisiones políticas del Estado”.
Su acusación quiso bajar de tono al asegurar que tras la Reforma Energética el gremio apoyó las acciones que están encaminadas a una mayor apertura y diversificación del sector.
En un acto de purificación frente a los suyos, dijo:
“Bajo este reto y los problemas que enfrenta la empresa, los trabajadores han aceptado condiciones que parecían inamovibles como el cambio en el esquema de pensiones”…
Romero Deschamps, ya encarrilado, disparó:
“Es reprobable que en medio de la crisis se busque despedir a miles de trabajadores y que el Sindicato se vea desaforado sin llegar antes a un acuerdo”…
Se desahogó. Dijo que lo que quería decir, pero nada más...
¡Todo está consumado! … Se modificaron clausulas del Contrato Colectivo de Trabajo inimaginables, vienen los despidos, y advierten los que saben, que apenas es el principio…
Al final, el abrazo de cortesía entre el líder petrolero y Presidente de la República… pero para todos fue evidente: Y no fue lo mismo de siempre…