Miércoles 6 de julio de 2016
Si ha recibido la visita de representantes de algún sindicato laboral solicitando que se afilie y dé una cuota o, de lo contrario, le cierran su negocio, no se deje intimidar.
Entérese que ningún establecimiento está obligado a ser parte de algún sindicato, a menos que sus empleados sí lo soliciten, ni tampoco tiene por qué dar cuotas, como ya lo hizo un comerciante, que pidió el anonimato, quien reconoció que él empezó a dar una cuota anual de 2 mil 500 pesos para evitar ser molestado.
José Steel, catedrático de la Facultad de Derecho de la UANL, dijo que ese tipo de amenazas son ilegales de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, la cual fue creada para proteger al trabajador.
"Pero no fue creada con un fin lucrativo, como lo hacen algunos sindicatos, que amenazan, hacen chantajes y extorsiones, sino que debe de haber el consentimiento de los trabajadores para estar afiliados".
Parte del chantaje son los emplazamientos a huelga, sin embargo, José Mario Garza Benavides, director de la Coparmex Nuevo León, alertó a las empresas que a veces éstos vienen mal fundamentados.
Señaló que los empresarios se pueden defender cuando se reclama falsamente la titularidad de un contrato por sindicatos que quieren tener agremiados para obtener beneficios económicos.
"Hay una jurisprudencia que se aplica en estos casos", expuso, "que cuando se demanda la titularidad se tiene que verificar que exista el negocio, que existan los trabajadores y que el sindicato que lo está demandando pertenezca al giro de la empresa".
Garza Benavides indicó que cuando no existen trabajadores, se tiene que denunciar el hecho ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Agregó que los empresarios deben verificar que la demanda del sindicato para firmar el contrato colectivo de trabajo llegue de manera correcta.
"Una demanda debería ir acompañada de la firma de los trabajadores que solicitan la afiliación a ese sindicato".
El director de la Coparmex sugirió a las empresas asesorarse antes de responder al chantaje del sindicato.
Pedro González García, abogado laboral y de empresas, lamentó que si bien no es obligatoria la afiliación, muchas empresas terminan dando cuotas para evitar ser molestados o amenazados.
Fuente: Reforma
