El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Poner fin al acoso laboral en la cementera Cruz Azul, exigen esposas de trabajadores

Por: Redacción/ El Pulso Laboral

Con el lema "salvemos nuestra empresa; la Cruz Azul no se vende", esposas de trabajadores de la cementera demandaron el cese del acoso laboral de parte de la administración contra los empleados que han rechazado la venta de la cooperativa durante una asamblea general. 

Las denunciantes, integrantes de la organización CruzHada. Libres y Poderosas, y simpatizantes con su causa, se manifestaron ayer en las inmediaciones del Centro de Convenciones del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, donde se llevó a cabo una asamblea general de socios en la que se acordarían habría cambios en la directiva de consejos. 

La víspera, las esposas de los trabajadores afectados afirmaron en conferencia de prensa que hostigan a los cooperativistas disidentes con acusaciones falsas de delitos que van desde trata de personas hasta delincuencia organizada. 

Ayer Juliana Reynoso Cadena, cónyuge de uno de los trabajadores, declaró: "Somos esposas de socios afectados que se han unido a esta causa. Ya estábamos cansados; la situación nos ha afectado sicológica y familiarmente. 

"Desde afuera queremos dar ese apoyo. Nosotras, como familias afectadas, esposas, mamás e hijos que decimos ya basta, nos hemos visto en una situación muy difícil." Explicó que solicitaron a las autoridades justicia no prestarse "a juegos sucios" para fabricar culpables. 

Reynoso Cadena afirmó que, durante una asamblea en 2016, por segunda ocasión se intentó vender un porcentaje de la empresa a lo que sus parejas se opusieron. A partir de entonces "se vinieron una lluvia de denuncias contra ellos". 

Luz María Oviedo Moreno, hija de un cooperativista fundador y cónyuge de un trabajador que ha sido acusado, señaló: "Quieren vender la Cruz Azul y los que se opusieron porque es un legado que nos dejaron nuestros padres. Fueron 192 socios que lucharon a brazo partido, sin armas, sin educación ni dinero para dejar una fuente de trabajo a sus descendientes. Ya estamos viviendo un clima de terror". 

Uniformados con una playera blanca con el logotipo de la asociación civil que formaron, mujeres y simpatizantes coreaban ''"no más denuncias, queremos transparencia", así como "Cruz Azul no se vende, se ama y se defiende"./ La Jornada

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