El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Mundo Laboral y RR.HH.

Empresas deben activar nuevos contratos: expertos

Por: Redacción/El Pulso Laboral

Aunque la reforma laboral tiene plazos para su implementación total, es indispensable que las empresas activen sus contratos colectivos de trabajo; sobre todo porque en México 80% son considerados como de protección patronal y lo que se requiere, con la nueva Ley Federal del Trabajo, es que estén activos y cuenten con una representación sindical real.

Al analizar los cambios que se aprobaron a la LFT en la mesa redonda Conversando la Reforma Laboral, organizada por Oxford Business Group, especialistas recomendaron a representantes de empresas considerar los tiempos para cumplir con los nuevos requisitos, pues sólo para la firma de un contrato colectivo de trabajo nuevo se requiere cumplir con cuatro fases; contar con un sindicato, que sea ratificado a través de la Constancia de Representatividad, votar con los trabajadores el pliego de peticiones, y una vez que se llega a un acuerdo, será necesario que se ponga, de nueva cuenta, a consideración de los trabajadores para que sea votado de manera libre, directa y secreta. E

Esteban Martínez, director de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, comentó que la dependencia está buscando la coordinación con organismos internacionales que permitan, de manera más rápida, transitar al nuevo modelo de justicia laboral, por lo que cuentan con el apoyo del BID, del PNEU y la OIT, a fin de conocer modelos y la manera en la que se han creado los centros de conciliación en el mundo.

Martha Hilda González Calderón, secretaria del Trabajo del gobierno del Estado de México, resaltó la importancia de la creación de los centros estatales de conciliación prejudicial, al considerar que es un punto de cambio en el derecho laboral. Sara Elvira Morgan Hermida, procuradora de la Defensa del Trabajo de la Ciudad de México, destacó que la cuarta revolución industrial será pieza clave para las nuevas formas de resolver los conflictos laborales. //María del Pilar Martínez/El Economista 

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