Desde que en junio de 2020 terminó el confinamiento severo por la pandemia y hasta el mismo mes de este año se han incorporado al mercado laboral en México 10 millones 527 mil 680 trabajadores, aunque prevalecen condiciones de precariedad y autoempleo, revelaron cifras oficiales.
Seis de cada 10 trabajadores que se incorporaron o regresaron a la población ocupada, lo hicieron en micronegocios y, al término del segundo trimestre de este año, dos de cada tres personas empleadas tienen un ingreso menor a dos salarios mínimos, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) al segundo trimestre de 2021.
De acuerdo con la Enoe, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el personal ocupado sumó en junio pasado 55.2 millones de personas; ese universo es mayor 10.5 millones al que había en el sexto mes de 2020. Y supera ligeramente, en 184 mil trabajadores, al registrado en marzo de 2020, el mes previo al inicio del confinamiento para enfrentar la pandemia, lo que implica retornar al nivel previo a la crisis.
Sin embargo, en junio de este año dos de cada tres personas en que aumentó la población ocupada estaban en un micronegocio, al sumar 6.4 millones. Mientras en pequeños establecimientos se ocuparon 1.9 millones, lo que sugiere que básicamente se autoemplean.
Con respecto al nivel de ingreso, 66.03 por ciento de la población ocupada –dos de cada tres– en el segundo trimestre del año percibieron hasta dos salarios mínimos, lo que denota la precariedad salarial en los nuevos empleos, según reflejan los datos de la Enoe.
Cerca de 3 millones de personas que se integraron a un empleo en el periodo abril-junio de 2021, en relación al segundo trimestre de 2020, reciben hasta un salario mínimo (141.70 pesos diarios); mientras 3.9 millones ganan más de uno y hasta dos salarios mínimos.
Ciudad de México. Desde que en junio de 2020 terminó el confinamiento severo por la pandemia y hasta el mismo mes de este año se han incorporado al mercado laboral en México 10 millones 527 mil 680 trabajadores, aunque prevalecen condiciones de precariedad y autoempleo, revelaron cifras oficiales.
Seis de cada 10 trabajadores que se incorporaron o regresaron a la población ocupada, lo hicieron en micronegocios y, al término del segundo trimestre de este año, dos de cada tres personas empleadas tienen un ingreso menor a dos salarios mínimos, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) al segundo trimestre de 2021.
De acuerdo con la Enoe, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el personal ocupado sumó en junio pasado 55.2 millones de personas; ese universo es mayor 10.5 millones al que había en el sexto mes de 2020. Y supera ligeramente, en 184 mil trabajadores, al registrado en marzo de 2020, el mes previo al inicio del confinamiento para enfrentar la pandemia, lo que implica retornar al nivel previo a la crisis.
Sin embargo, en junio de este año dos de cada tres personas en que aumentó la población ocupada estaban en un micronegocio, al sumar 6.4 millones. Mientras en pequeños establecimientos se ocuparon 1.9 millones, lo que sugiere que básicamente se autoemplean.
Con respecto al nivel de ingreso, 66.03 por ciento de la población ocupada –dos de cada tres– en el segundo trimestre del año percibieron hasta dos salarios mínimos, lo que denota la precariedad salarial en los nuevos empleos, según reflejan los datos de la Enoe.
Cerca de 3 millones de personas que se integraron a un empleo en el periodo abril-junio de 2021, en relación al segundo trimestre de 2020, reciben hasta un salario mínimo (141.70 pesos diarios); mientras 3.9 millones ganan más de uno y hasta dos salarios mínimos.
De acuerdo con Andrés Corona, director de Crédito y Riesgos de Monte de Piedad, la reactivación de los micronegocios se observa en una mayor demanda de liquidez (crédito) para comprar mobiliario y equipo o para pagar salarios.
“La reactivación de estos pequeños negocios, ya sea que se autoemplean o son patrones de cuatro o cinco trabajadores, requiere capital y en ese sentido se está viendo un incremento de los micronegocios. A junio se otorgaron 22 mil créditos nuevos”, comentó Corona.
En tanto, la crisis ha supuesto un cierto obstáculo en la lucha por la igualdad de sueldos para ambos sexos. Pero el momento para acceder a un trabajo bien remunerado no es favorable, ya que la crisis no sólo ha provocado ajustes de plantillas y salarios, sino también precariedad en los nuevos contratos, sostuvo Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (Ceey).
Según el sondeo, se estima que 56.2 por ciento de la población ocupada está en condiciones de informalidad laboral, lo que involucra a 31 millones de personas; esta tasa, que había caído hasta 50.9 por ciento en la pandemia (segundo trimestre de 2020), ya excedió su nivel de prepandemia (55.9 por ciento en el primer cuarto del año pasado).
Afectación laboral
Seis de cada 10 personas desocupadas en México se encuentran en las ciudades del país (de 100 mil y más habitantes o capitales de estado), reveló la Enoe.
Al cierre de junio había un total de 2 millones 425 mil 506 personas desocupadas en el periodo de referencia; es decir, se estima que la tasa de desocupación fue de 4.2 por ciento de la fuerza laboral mexicana.
Del total de la población sin empleo, un millón 494 mil 859 personas se encuentran en las áreas más urbanizadas, cuya tasa de desocupación ascendió a 5.2 por ciento. Mientras en las zonas menos urbanizadas se contabilizaron a 930 mil 647 personas, en donde destacó que la zona rural (menores de 2 mil 500 habitantes) registra una tasa de desocupación de 2.6 por ciento (305 mil 802 personas).
La encuesta siguió mostrando que la pandemia afectó más a las mujeres en la fuerza laboral, ya que su tasa de participación fue de 45.1 por ciento antes de la pandemia (enero-marzo de 2020), cayó hasta 36.5 por ciento en el confinamiento en el segundo trimestre del año pasado y se recuperó parcialmente a 43.9 por ciento en el segundo cuarto de este año, precisó Julio Santaella, presidente del Inegi. /// La Jornada
