El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

Opera con éxito un negocio familiar

Por: Adriana Rodríguez

Actualmente, es bastante común que existan empresas formadas por lazos sanguíneos. Es decir, por personas del mismo núcleo familiar que cumplen distintas funciones dentro de la organización, afirmó Karla Díaz, psicóloga ocupacional. 

Sin embargo, esta nueva modalidad tiene sus pros y sus contras. Pese a que la similitud en las costumbres de una determinada familia que desee sacar adelante una empresa es una ventaja de competitividad, también existen divergencias en sus opiniones.

Y es que pese a compartir el mismo entorno e interés por sacar adelante la entidad, no todos los individuos piensan de igual forma. Es ahí donde el cómo enfrenten estas diferencias es un factor determinante. 

“Otro punto a favor tiene que ver con el esfuerzo de los integrantes por mantener la dinastía en la empresa, razón por la cual gastan todas sus energías para conservar la productividad y evitar que ésta quiebre. Es decir, existe un compromiso por parte de quienes conforman la organización”, dijo.

Asimismo, el conocimiento frente a cómo funciona la empresa constituye un factor determinante a la hora de velar por la competencia, ya que los integrantes están al tanto de las actividades que se llevan a cabo en ella. 

Algunas recomendaciones para no poner en jaque los vínculos afectivos a la hora de conformar una empresa. Esto siempre recordando que el hecho de ser familiar de un integrante no implica que se dejen de lado las diferencias de opiniones:

Al comenzar la empresa o contratar a algún familiar se deben establecer reglas claras, ya que no por el hecho de ser pariente el empleado goza de beneficios. El está en las mismas condiciones que los demás miembros.

Muchas veces se estigmatiza al familiar de quien ocupa un puesto primordial dentro de la empresa, ya que los empleados creen que su condición es sólo gracias a sus lazos sanguíneos. Es por esto que se deben hacer mayores esfuerzos para dar a conocer a los demás miembros que su puesto se debe a sus capacidades. 

Los problemas de oficina se discuten sólo en su horario y no en otras oportunidades, como reuniones de esparcimiento familiares. Este es un punto muy relevante, se deben dar los espacios correspondientes a las controversias en sus momentos. No por tener un vínculo afectivo fuera del trabajo se conversan las cosas externamente.

En el momento de estar en desacuerdo con el desempeño del empleado familiar, es necesario dárselo a conocer, ya que no deben primar los juicios afectivos por sobre los económicos de la empresa. Si alguien está realizando ineficazmente su trabajo, debe saberlo.

No se hace tan fácil como parece establecer una empresa familiar y no sólo porque están en juego tanto los lazos familiares, como los financieros de la empresa, sino que también por una gran razón: los problemas que surjan pueden llegar incluso a terminar tanto con la empresa, como con las relaciones familiares.

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