El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

Cómo mantener el entusiasmo

Por: Adriana Rodríguez

Martes 5 de julio 2016

Muchas personas inician un nuevo trabajo llenos de entusiasmo y con altas expectativas. 

Sin embargo,  a medida que pasa el tiempo, pueden que sufran de una desmotivación lo que puede conllevar, incluso, una baja en la productividad y su efectividad laboral.  

En este  sentido, surgen las siguientes interrogantes: ¿Qué situaciones pueden ocurrir que produzca este cambio tan drástico? ¿Cómo se puede mantener ese entusiasmo, que usualmente aparece al inicio, para siempre?  

Desde un compañero poco agradable hasta el incumplimiento de metas pueden ser causas principales de la desmotivación laboral; además, la ausencia de reconocimientos, los ambientes pesados y los jefes difíciles alimentan las ganas de abandonar el empleo.

Cuando un matrimonio está al borde del divorcio los expertos en familia recomiendan a las parejas que se sometan a terapia y busquen formas de reenamorarse el uno del otro.

Partiendo del movimiento impredecible del mercado laboral, en donde las opciones para cambiarse de trabajo son limitadas, trate de conservar el empleo enamorándose de él y de su entorno, entiéndase con los compañeros de trabajo.

Para crear un estado afectivo en las relaciones laborales, debe evitarse la negatividad en primer lugar. Todo comienza desde el saludo, siempre hay un par de compañeros que no responderán un buenos días, pero si se forja la cultura de saludar a todo el mundo ya habrá dado el primer paso.

Por otro lado, también debe cuidarse de los comentarios que se hacen acerca de los demás, por más inocentes que estos sean alguien lo puede malinterpretar y afectar la reputación.

Si alguien comenta algo de otro compañero lo ideal es cambiar el tema y sacar un comentario positivo del tema. Es importante detectar a los compañeros negativos y mantener una distancia prudente, para que ellos no influyan en los estados de ánimo de otras personas. También la oficina puede proporcionar mejores amigos.

Si se da la oportunidad de conocer los intereses y gustos de cada persona, aunque sea de forma superficial, se pueden detectar cosas en común que facilitarán el entorno laboral; asistir a la misma iglesia, practicar el mismo deporte, visitar los mismos lugares son buenos temas de conversación para romper el hielo y fomentar la amistad que en cualquiersituación de apoyo proporcionen seguridad y colaboración para salir adelante. Para esto, es importante reconocer a qué tipo de personas se les puede confiar información privada, dependiendo del grado de interés sincero que estos demuestren.

Si tiene la posibilidad económica, nunca caerá mal invitar a los compañeros a unas galletas o a unos dulces para animarles, a veces esas pequeñas cosas pueden alegrar el día de una persona y facilitar las relaciones laborales de forma exitosa.

Los argumentos de aquellos compañeros que se consoderan negativos es que nadie está en el trabajo para hacer amigos sino para ganar dinero, pero a medida qye se produce la convivencia se descrubre la importancia de los demás para trabajar mejor. No se trata de una regla de oro, pero parte de la salud mental de cada persona es sentirse bien en cualquier lugar en que se encuentre.

 

 

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