Cada vez es más común que las empresas en las temporadas de vacaciones coloquen a un grupo de sus colaboradores en las llamadas guardias. Pero por favor, por lo que más quieras, no finjas que estás trabajando.

Aunque sabemos que el trabajo baja, hay poca actividad y no se pueden tomar todas las decisiones que deberían tomarse, pues los jefes están fuera, lo cierto es que “la función debe continuar”.

Azuzena Buendía Castro, psicóloga de la UAM, aseguró que tomando las cosas con filosofía este periodo puede ser una excelente oportunidad para aprovechar el tiempo positivamente, pues el vacío y el silencio son el marco perfecto para la productividad.

Si tienes poco tiempo de haber tomado este empleo, es el momento perfecto para acabar de familiarizarte con las herramientas que se utilizan en la empresa. Si repasas su funcionamiento, seguramente te convertirás en un experto y hasta puedes descubrir aplicaciones que desconocías.

También ese tiempo puede ayudar a desarrollar el proyecto que traes en mente. Hasta ahora no habías encontrado el espacio para elaborar esa novedosa propuesta.

“La guardia puede darte la oportunidad de aterrizar tus ideas y formalizarlas en una bonita presentación. Cuando regrese tu jefe, seguramente lo sorprenderás”, propuso la especialista.

Nada mejor que tener espacio para ordenar y limpiar. Es un básico, pero hay colaboradores que dejan esta tarea a los responsables de mantenimiento y difícilmente hacen una limpieza a fondo.

¡Qué mejor momento que éste! Revisa papeles, tarjetas de presentación, revistas y tira lo que ya no esté vigente o no utilices. Poner orden en tu centro de trabajo ayuda a pensar también de manera más ordenada.

Aunque no a todos les gusta la idea, puedes adelantar actividades. Diseña una agenda de trabajo que te permita adelantar las tareas que tienes asignadas.

Algo básico es conocer más a tus compañeros de guardia, eso hará que socialices, conozcas mejor a la empresa y hasta puede ser el inicio de una gran amistad.