El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Seguridad Social

35 millones de mexicanos con trastornos del sueño

Por: Adriana Rodríguez

En México se calcula que más de 35 millones de personas (una tercera parte de la población) de entre 41 y 64 años padecen algún trastorno del sueño.

A decir del Dr. Reyes Haro Valencia, director de la Clínica del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de esos 35 millones el 40 por ciento presenta insomnio, que en la actualidad es subdiagnosticado, ignorado y mal manejado.

Alertó sobre la necesitas de tomar en cuenta sus repercusiones, toda vez que si alguien no duerme bien, en el día está irritable, baja su productividad, la expectativa de vida disminuye, se puede enfermar con mayor facilidad y se incrementa el riesgo de sufrir accidentes, lo que deriva en retardos en el trabajo, incapacidades y las consecuencias económicas y familiares.

Insomnio, explicó, es la dificultad para dormir. Se puede presentar al inicio de la noche, cuando tardamos más de media hora en conciliar el sueño, a lo largo de la noche, experimentando muchos despertares o al final de la noche, cuando despertamos en la madrugada sin lograr volver a quedarnos dormidos.

Si sucede una sola vez puede no tener mayor trascendencia, pero si se presenta varias noches en un lapso de dos semanas se considera un problema. Es muy importante evitar tomar inductores de sueño sin antes tener una valoración y prescripción médica.

Óscar Sánchez Escandón, investigador de la Clínica del Sueño de la UAM, existen alrededor de 80 trastornos de sueño cuyas causas son variadas, por lo que es importante no automedicarse, sino recibir la valoración y el tratamiento específico que requiere cada caso.

Los trastornos de sueño más comunes además del insomnio son la somnolencia Excesiva Diurna, que se trata de la incapacidad para mantenerse despierto en condiciones normales (de día, en el trabajo o en realizando labores cotidianas).

Puede ser síntoma de algún trastorno de sueño, problema médico o derivado del consumo de sustancias. Se considera un trastorno cuando es incontrolable y afecta las actividades cotidianas, presenta riesgo en el trabajo o incapacita a quien lo padece. Lo más importante para elegir un tratamiento es determinar el origen de la somnolencia.

La Narcolepsia, es un trastorno neurológico cuyo síntoma principal es la somnolencia excesiva, caracterizada por pequeños ataques de sueño incontrolables y de corta duración.

Pueden presentarse otros síntomas como la cataplejia (pérdida súbita del tono muscular sin perder la conciencia), parálisis de sueño (incapacidad de moverse asociada con un sueño o al inicio o término del sueño) y pesadillas. Para realizar el diagnóstico es necesario realizar un estudio polisomnográfico y una prueba de latencias múltiples de sueño, pues existen otros trastornos neurológicos con síntomas similares.

Además, los trastornos respiratorios de sueño, el más común es el ronquido, cuya intensidad depende de qué tan obstruida se encuentre la vía respiratoria y en algunos casos de acompaña de apneas (pausas en la respiración de por lo menos 10 segundos), despertares con sensación de ahogo, respiración por la boca al dormir, despertares para ir al baño y dolor de cabeza por la mañana.

Dos de los trastornos de movimiento más comunes durante el sueño son el de Piernas Inquietas (PI), y el Trastorno por Movimientos Periódicos de las Extremidades (TMPE).

En el caso del Trastorno de Piernas Inquietas, los pacientes experimentan sensaciones incomodas en sus piernas cuando intentan dormir; las describen como: ansiedad, calor, hormigueo, etc. Esta incomodidad los obliga a mover las piernas vigorosamente, ya que el movimiento disminuye la molestia, generando un alivio momentáneo. Sin embargo, al dejar de moverlas regresa esta sensación y nuevamente el paciente se ve obligado a iniciar el movimiento, lo cual les impide conciliar el sueño.

El trastorno de Movimientos Periódicos de las Extremidades es muy similar al anterior, pero inicia una vez que el paciente está dormido, y consiste en la presencia de movimientos de sus piernas (en algunos pacientes también los brazos).

Otro grupo de trastornos que afectan el sueño son los del ritmo circadiano, en estos, los pacientes duermen suficiente tiempo pero en horarios inadecuados.

En ciertos casos los pacientes experimentan somnolencia, cansancio, irritabilidad y todos los síntomas asociados a la necesidad de dormir alrededor de las 6 de la tarde. Si se quedan dormidos, despiertan cerca de las 2 de la mañana y ya no logran volver a conciliar el sueño; es por ello que estos pacientes se quejan de insomnio. Por otro lado, hay pacientes que se duermen en la madrugada o cerca de que amanezca y duermen hasta las 12 o 13 horas del día siguiente.

Si bien estos horarios no son adecuados socialmente, tampoco es el biológicamente ideal, ya que la calidad de sueño se deteriora, por lo que el paciente cursará con deterioro diurno.

también te puede interesar