El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Sindicatos

Ante el nuevo gobierno los sindicatos se encuentran con nuevas reglas de juego

Por: Redacción/ El Pulso Laboral

Si se termina la corrupción, como lo ha planteado el próximo gobierno, entonces los líderes sindicales estarán ante una disyuntiva: o aceptan las nuevas reglas del juego y aprovechan sus estructuras sindicales para cambiar y realmente defender a los trabajadores o desaparecen, planteó la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco Graciela Bensusán. 

En entrevista comentó que, en el año 2000, cuando se dio la alternancia del partido en el gobierno fe deral, lo que pasó con los sindicatos adheridos a la CTM y otras centrales obreras del PRI fue que siguieron en ese partido, pero se subordinaron al gobierno."Hicieron lo que el nuevo gobierno quería que siguieran haciendo (...) La única diferencia aquí (ahora) es que se acabará la corrupción, que es el ingrediente que sostenía a esos líderes en el poder, junto con el apoyo del Estado". 

La especialista expuso que habrá que ver qué va apasar, pero, en principio, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que apuesta por la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas en todos los ámbitos de la vida del país. 

La académica explicó que México asiste a un proceso gradual de relegitimación de los sindicatos donde algunos desaparecerán.

Algunos líderes dejarán de contar con el apoyo de sus representados y otros tendrán la oportunidad de reivindicarse. 

Mencionó que la ratiñcación, por parte del Senado de la República, del convenio 98 de la OIT de 1949, sibien llega tarde, tiene un alto valor simbólico porque el sector obrero llevaba décadas impulsando esa acción, pero se topaba con muchas resistencias.  

Ese año se modificó la fracción XXII bis del artículo 123 la Constitución para hacer explícita la libertad de negociación colectiva, así como garantizar la representatividad de las organizaciones sindicales y la certeza en la ñrma, registro y depósito de contratos colectivos de trabajo. 

Dijo que lo importante añora es que se apruebe la ley reglamentaria a esa reforma constitucional. 

La legislación tendrá que decir qué entendemos por representatividad, cuántos trabajadores se requieren mínimamente para que un sindicato pueda ñablar en nombre de ellos en una negociación colectiva. Es decir, vamos a necesitar las reglas particulares para instaurar un nuevo modelo y llevarlo a la práctica. 

Hasta ahora no hay ningún indicio de que el próximo presidente de Mé xico, Andrés Manuel López Obrador, se entrometerá en la vida interna de los sindicatos, que tendrá gremios preferidos, ni que habrá una relación de subordinación entre los éstos y el gobierno, consideró Arturo Alcalde. 

En entrevista, el abogado laboral explicó que, aún sin haber iniciado su administración, López Obrador ha establecido una política de respeto hacia el gremio sindical. 

"El viejo esquema donde el presidente iba y rendía pleitesía o los líderes sindicales iban a besarle la mano, ya está fuera de la historia. 

Son organizaciones autónomas, él se reúne con los trabajadores, con las trabajadoras, con muchas organizaciones sociales, pero no hay signos y el propio programa de gobierno se reduce en que esa relación de subordinación entre el movimiento sindical y el gobierno ha desaparecido. El corporativismo deja de tener sentido con un gobierno democrático". 

Sostuvo que al ser entidades autónomas, no es conveniente que haya unaintromisión enla vida de los gremios por parte del gobierno. 

No veo ningún elemento de preocupación de que el nuevo gobierno vaya a entrometerse enla vida de los gremios, creo que ha sido muy claro y se ha notado que no habrá ningún elemento de preferencia. 

El experto añrmo que no se trata de que haya sindicatos de Morena, del PRI, o del PAN, porque estas organizaciones deben responder a sus miembros, no a un partido político. 

En lo que sí ha sido claro el gobierno entrante, sostuvo, es en decir que pretende reparar la injusticia salarial que prevalece en México, por lo menos de manera paulatina. 

Alcalde aseguró que entre los sindicatos y el ejecutivo la relación debe ser de respeto, en la que, si bien no haya intromisiones, tampoco violación al Estado de Derecho. 

Debe haber una relación fundada en el respeto a la autonomía, el Estado no debe controlar ni meterse en la vida de los gremios. Por el otro lado, sí tiene que hacer prevalecer el Es tado de Derecho porque una cosa es respetar la autonomía de los gremios y otra cosa es permitir las corruptelas gremiales que se convierten en delitos y al Estado le corresponde la persecución de éstos. 

Respecto a la ratiñcación del Convenio 98 de la Organización del Trabajo por parte del Senado, Arturo Alcalde señaló que es una buena noticia para los trabajadores mexicanos porque se suma a los logros alcanzados en los últimos años en materia laboral. 

"Es un paso adelante en un tema que había estado escondido, y que formaba parte de un modelo de control y corrupción que aun opera en México. Se genera inquietud por los que están en falta, pero quienes no lo están no les afecta". 

Explicó que este convenio establece el derecho que tienen los trabajadores a sindicalizarse, a no ser objeto de discriminación por ser parte ya de algún gremio, prohibe que el patrón o el gobierno puedan tener injerencia en su organización e incluso fomenta la sindicación. 

Expuso que el escenario laboral en México es negativo y se expresa en la ausencia de empleo digno y salarios raquíticos, por lo que cambios como el que se espera con la ratificación de la OIT son positivos./El Economista

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