El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

Esclavitud moderna

Por: Redacción/El Pulso Laboral

El trabajo arduo, mal pagado y largas jornadas laborales se constituyen como una nueva forma de esclavitud que considera al trabajador como una mercancía, así lo dijo la maestra Graciela Saldaña, académica del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana en el marco del Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.

"Lo primero que se hace es reducirle el salario; la industrialización ha sido suplantada por el capitalismo financiero que no tiene piedad y lo que provoca es despedir en masa a los jóvenes que se cuentan por miles y que tienen estudios de licenciatura y posgrado", agregó Saldaña Hernández.

Por otra parte, la maestra afirmó que el capitalismo industrial llevó al traste a la naturaleza, no nada más a los humanos y por tanto se pueden apreciar las caras de infelicidad de las personas en cualquier parte y cuando se llega a cierta edad, al ver los planes no cumplidos, las metas no alcanzadas, llegan las frustraciones.

La primera idea que se presenta en la mente sobre la esclavitud, es aquella donde cientos de personas eran vendidas por unas cuantas monedas para trabajar de por vida y sin paga en labores pesadas. Eso se abolió a finales del siglo XVIII o principios del XIX, dependiendo de cada país. Sin embargo, las formas modernas de mantener a una persona atada a un trabajo por baja paga se relacionan con la imposición de la era industrial.

Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se calcula que 21 millones de personas en el mundo son víctimas de trabajo forzoso en la actualidad, lo que genera unos 150 mil millones de dólares anuales de ganancias ilícitas en el sector privado.

En entrevista, Saldaña mencionó el trabajo de Omar Aktouf y Tirso Suárez, titulado Administración tradición, revisión y renovación, donde se hace una revisión general de lo que ha sido la administración desde sus principios hasta la era moderna. Cuando hablan de renovación, lo hacen dejando de lado al ser humano y "es muy grave porque el ser humano forma una empresa y se le considera como máquina, se le trata como máquina, se trata de un problema estructural, porque es la base de una organización".

Para 1930, se cae en cuenta de que en el interior de las empresas había un contenido humano; ya para los 40 "se empieza a hablar de abatimiento moral, de presión obrera y melancolía industrial porque el obrero se despersonaliza, empieza a producir en masa y esto lo esclaviza", apuntó la académica apoyada en el trabajo de Aktouf y Suárez.

También trajo al tema el trabajo de Frederick Taylor, considerado el padre de la administración científica, quien sostenía que se debía evitar que el obrero utilizara su cerebro porque con ello hacía mejor uso de sus músculos y sus reflejos, que era lo que se necesitaba para manejar las máquinas y eso permitía que los trabajadores borraran sus sueños y fueran más productivos.

"Yo creo que psicológicamente no nos podemos olvidar de nuestros sueños. La psicología dice: si tú no puedes realizar tus sueños, lo que te va a pasar es que te vas a enfermar y vas a tener ciertas patologías, desde neurosis hasta problemas muy graves como la esquizofrenia", apuntó Graciela Saldaña Hernández.

 

 

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