La creciente inflación y los precios fuera de control provocan que 6 de cada 10 trabajadores descarte salir de vacaciones en este verano por una simple y contundente razón: no tienen dinero, revela una encuesta de OCC Mundial.

Otros argumentos por lo que no habrá vacaciones es en el 40 por ciento de los casos porque consideran que no es el momento dado sus intereses personales; en el 19 por ciento de los casos porque no les alcanza lo que tenían presupuestado; 17 por ciento tiene miedo a contagiarse por Covid-19; el 14 por ciento no quiere invertir en las vacaciones por los altos precios y en el 3 por ciento porque tiene que cuidar a familiares enfermos.

De los trabajadores que sí toman vacaciones, el 72 por ciento tomará solo una parte proporcional de las vacaciones que le corresponden en el año, 23 por ciento sí descansará todo el periodo vacacional que le corresponde y el 5 por ciento tomará las vacaciones del año más las acumuladas de años anteriores.

Al preguntarles si los altos niveles de inflación, junto con el incremento de precios, están afectando sus decisiones con respecto a sus vacaciones, el 79 por ciento de los encuestados respondió que sí y solamente un 21 por ciento dijo que no.

Al dar detalle sobre el tipo de servicios turísticos en los que ven mayor efecto de la inflación, los participantes en el sondeo consideran que el mayor incremento de precios se ha dado en alimentos y bebidas (68 por ciento), gasolina (63 por ciento), hoteles (62 por ciento), boletos de avión (49 por ciento), casetas (40 por ciento), entretenimiento (27 por ciento), boletos de transporte terrestre (26 por ciento) y souvenirs o recuerdos (15 por ciento.).

Sobre la fuente de la inversión monetaria que realizarán para las vacaciones, 7 de cada 10 encuestados dijo que el dinero viene de ahorros que han hecho destinados a ese fin, un 24 por ciento echa mano del salario de la quincena o del mes, otro 24 por ciento de las tarjetas de crédito, un 11 por ciento también utiliza la prima vacacional, 9 por ciento piden prestado a familiares o amigos, 4 por ciento utilizará un crédito personal y 2 por ciento pedirá un préstamo bancario para poder usarlo en sus vacaciones.