Si tu cuerpo es un templo para tu alma, tu espacio de trabajo es el santuario de tu negocio. Trátalo como tal. El establecimiento de un espacio de trabajo donde te sientas cómodo y todo esté en su lugar aumenta tu productividad y por lo tanto tus beneficios. Realizarás más tareas en menos tiempo en un entorno libre de desorden.

No necesitas una oficina de lujo con una vista impresionante de la ciudad, sólo un espacio adecuadamente iluminado y limpio que funcione para tí. Estos son algunos pequeños ajustes que pueden hacer un mundo de diferencia.

Mientras que algunos pueden preferir establecer la oficina en una cafetería o saltar en la cama con una portátil, tener un espacio dedicado para el trabajo, el almacenamiento y la vida te ayudará a defenderte de un lío enorme.

Si estás trabajando desde tu casa, no cuelgues la ropa en tu silla de oficina, y no pongas los papeles importantes en tu mesa de café en la sala de estar. Limita tus cosas a la zona donde pertenecen.

En primer lugar, quita todo lo de tu escritorio y ordénalo en categorías. A continuación, busca un receptáculo apropiado para cada categoría. Conserva sólo los elementos que uses a diario en uno de los organizadores en tu escritorio o en un cajón práctico.

Muchos de ustedes no se dan cuenta de la cantidad de soluciones de almacenamiento que hay para la organización de sus oficinas. Los contenedores para la mayoría de tus documentos y materiales son baratos en comparación con todo el tiempo que te ahorrarás más adelante en la búsqueda de un post perdido en una pila en tu oficina.

Visita una tienda de suministros de oficina inmediatamente y obtén todos los elementos de almacenamiento que necesites, es decir, armarios archivadores, estanterías, organizadores de suministros, bolsillos de pared, cajas de entrada y salida y te lo estarás agradeciendo a menudo.

Tómate 5 minutos dos veces al día para colocar el papel entrante en la bandeja de entrantes, incluso si no puedes procesarlo de inmediato, por lo menos, ponlo en una pila agradable y ordenado y destroza todo lo que no sea necesario en forma impresa. Si tienes una hora extra cada semana, empléala para organizar tu oficina y poner a punto la eficiencia de tu espacio de trabajo.

No hay absolutamente ninguna razón para tener copias impresas de cada pieza de papel. Puedes escanear documentos importantes y reciclar todos esas viejas cuentas, facturas, etc e inmediatamente escanear cualquier nueva documentación que recibas de modo que no generes tal acumulación.