El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

La culpa es del jefe

Por: Adriana Rodríguez

Sábado 4 de junio 2016

 

En ocasiones la desmotivación que conduce a la pasividad laboral tiene un trasfondo, en muchos casos el problema surge desde los propios jefes que provocan esa actitud, es decir, tratan de rodearse de personas que no les cuestionen, que sean “aparentemente” manejables.

En algunos casos la apatía en el trabajo no es más que una reacción al entorno. “Las personas tendemos a analizar el ambiente en el que nos movemos y a hacernos de él. El trabajador proyecta conductas adaptativas al contexto”, señala Juan Moyo.

Pero hay ocasiones en que las culturales empresariales o de determinados departamentos son muy poderosas. “Es en estos casos cuando se da el principio de ‘o te adaptas o te vas’. Esto último no siempre es posible y casi todo el mundo tiende a valorar su puesto de trabajo, por lo que elige la otra opción”.

Menciona otra circunstancia que puede empujar a un empleado a inhibirse. “Cuando los jefes son inseguros, egocéntricos y temen que les cuestionen su autoridad, promueven la pasividad”.

No obstante, a decir del experto de Norman Broadbent la tendencia más generalizada es a valorar el talento. “Y es que saben que una buena empresa es la que cuenta con los mejores recursos humanos posibles. Especialmente en sectores tan importantes como los tecnológicos, en servicios y en empresas de comunicación, donde el factor humano es fundamental”.

Para José Luis Calvo, socio del Instituto del Liderazgo, quien opta por “ir tirando y no enfrentarse al mínimo reto” será puesta en evidencia tarde que temprano, incluso porque hay empresas que cuentan con sistemas que alertan sobre esta actitud. “Con la retroalimentación como forma de organización del trabajo, el entorno te pone en evidencia cuando se elige la pasividad como actitud preponderante”.

En todo caso, lo mejor es trabajar en equipo, como escribió Jack Welch, director de General Electric, en su libro “El empresario” asegura que una persona de gran inteligencia puede tener éxito en solitario en las metas individuales que se proponga, pero que si sus objetivo están relacionados con el mundo de la empresa sólo podrá ganar si sabe compartir tareas e implicar a otros.

también te puede interesar